Confirma requerimiento del IEM para registro de candidaturas
MORELIA, Mich., 28 de noviembre del 2016.- Una cueva húmeda y sin luz en el cerro de Torresillas, en Coalcomán, fue la casa, la recamara, y el baño de un empresario michoacano durante los 12 días que duró la negociación de los expertos con sus captores. La recuperación de la víctima se logró poco después de las 12 horas de este lunes.
Al interior de la cueva, de seis metros de profundidad y como consta en grabación oficial, no había un solo rayo de luz, la víctima estaba recostada en diagonal, con grilletes en las muñecas y estos ligados a unas cadenas de gruesos eslabones, que paraban en unas rocas.
En el preciso instante de ingreso de los efectivos de la Unidad Especializada de Combate al Secuestro había agua corriendo en el suelo de la cueva y, en el fondo, se escuchaban los gritos lastimosos de un hombre.
Con 65 años encima, logró sobrevivir a días sin probar alimento, fue sacado de la cueva en una improvisada camilla, pues ya no podía sostenerse en pie.
El acero inoxidable de las esposas comenzaba a hacer estragos en la piel: estaban ya amarillas, con algunas costras, y sanguinolientas en zonas.
Para volver a ver la luz del día tuvieron que romper las gruesas cadenas con equipo hidráulico, lo mismo que abrir con una llave especial las esposas.
Tras varios minutos, el empresario, de quien pedían una recompensa de 19 millones de pesos, fue sacado por 200 metros de maleza y cuesta arriba, luego atendido por un médico y transportado vía aérea hasta Morelia.
Hoy se encuentra estable, pero aún en el hospital.
Este caso de secuestro ha sido en el que mayor suma de dinero se ha demandado en la historia reciente en Michoacán: pedían 19 millones de pesos a cambio de devolverlo con vida, aseveró José Martín Godoy Castro, titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado.