MORELIA, Mich., 2 de junio de 2018.- La Concomics no sería lo mismo sin los cosplayers, ya que son ellos quienes se encargan de darle vida a este evento con sus extravagantes atuendos llenos de color y fantasía inspirados en sus personajes de ficción favoritos.

Los disfraces son toda una obra de arte y para los cosplayer locales, elegir el adecuado puede llevarles varios meses, pues demás del costo, hay que cuidar hasta el más mínimo detalle para que la personificación sea memorable y digna de una convención de tal magnitud.

Brian de 21 años llegó a la ConComic Morelia personificando a M. Bison de Street Fighter II, el popular videojuego de lucha de origen japonés que se hizo famoso en la década de los 90s.

“Cuando se puede vengo con un traje diferente. Lo más caro de mi cosplay que compré de manera individual fueron los pupilentes, ya que en un traje te puedes gastar entre 500 y mil pesos”, comentó.

En ediciones anteriores se ha disfrazado de tortuga ninja y de Batman. “Con el paso del tiempo ha incrementado esta costumbre, antes solíamos ver a unas 20 personas y ahora ya son varias, es un pasamiento muy sano”, agregó.

Sin embargo, admitió que las burlas y los señalamientos por parte de la sociedad, también son parte del show.

“Cuando sales a la calle con el disfraz la gente te dice cosas, pero casi nunca es algo negativo, al principio sí pero ahorita ya no. Ha disminuido, la gente ya se acostumbró a vernos así”, compartió.

Vania de 20 años también disfruta hacer cosplay y para esta ocasión se disfrazó de Star Butterfly, de la caricatura Star vs las fuerzas del mal.

“Yo le invertí como mil 500 pesos y como dos meses para que quedara bien el traje porque depende mucho, desde elegir la calidad de los pupilentes, la peluca y la tela”, mencionó.

Cree que la sociedad es más abierta hacia este tipo de actividades, pues antes, eran pocas personas quienes hacían cosplay. “Ahora ya somos más, ya somos más aceptados”, dijo.

“Cuando venía en el transporte público la gente se me quedaba viendo raro y supongo que es normal hasta cierto punto, lo que ya no está bien es que te estén insultado, te gritan rarito, o que si vas de payaso. Pero pues estamos haciendo cosas sanas, no estamos haciendo nada malo”, lamentó.

Miguel de 24 años eligió a Genos, un personaje del anime One Punch Man, que se caracteriza por tener el cabello rubio, los ojos negros con iris amarillo y una armadura con fortalezas en los brazos y manos al tener la capacidad de emitir fuego.

“Tardé alrededor cuatro meses en tenerlo listo, me costó alrededor de 2 mil 500 pesos, más 700 de los pupilentes sclera que tardo como una hora en ponérmelos yo solo, y 400 pesos la peluca”, explicó.

Confiesa que ponerse los pupilentes de fantasía no es nada sencillo. “Tengo que traer gotas desinfectantes y puedo traerlos hasta seis horas, pero ya con la costumbre unas ocho”.

Coincide que el cosplay ha ido repuntando, pues antes era todavía una práctica desconocida entre la sociedad.

“Se está haciendo muy popular, es un pasamiento muy sano, no dañino o malo. Aunque algunas personas no le toman interés, lo importante es que tú te sientas a gusto con lo que hagas”, expresó.

No obstante, también ha recibido cierto rechazo. “Algunos dicen que está muy padre, otros nos dicen que no tenemos vergüenza, pero si te sientes cómodo, adelante”.

Presumió que en total, tiene cerca de 10 trajes en su guardarropa en los que ha invertido alrededor de 50 mil pesos.

Por su parte, Karen de 18 años optó por un atuendo de una niña que disfruta de los videojuegos, el cual, tardó dos meses para tenerlo listo.

“Está muy buena esta convivencia, aunque muchas personas lo ven como algo raro, no sé por qué, nosotros simplemente queremos hacer lo que nos gusta del anime, así que espero convivir con mis amigos que comparten lo mismo que yo”, comentó.

Y es que está consciente de que siempre recibirán señalamientos negativos. “Critican sin saber, pero hay que quitarse esos comentarios porque uno viene a divertirse”, concluyó.