MORELIA, Mich., 2 de junio de 2020.- Instituciones y empresas conectadas, con personal capacitado en tecnologías de la información, “son lugares abiertos”, que han logrado continuar con sus actividades durante la pandemia. Por lo que la conectividad, es uno de los retos de la nueva convivencia.

En conferencia digital, organizada por el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), expresó Lina Ornelas Buñez, directora de Políticas Públicas y Asuntos Internos Gubernamentales para México, América Latina y el Caribe en Google, que los países mejor conectados cuentan con mejores herramientas para hacerle frente a la pandemia.

“Hemos podido presenciar, como testigo, cómo los países han enfrentado la crisis sanitaria, de muchas formas, y eso nos permite tener una visión como de 10 mil metros de altura, cómo se están protegiendo derechos fundamentales, cómo los derechos a la salud, al trabajo y los temas de conectividad y digitalización han sido centrales para poder abordar de mejor manera la crisis”, explicó la directora de Google.

Manifestó que en los países con menor acceso a Internet, su población de comunidades alejadas está en condición de vulnerabilidad, porque no puede acceder a la medicina o telemedicina y la educación a distancia, por ende, no puede conocer los síntomas de la enfermedad e informar a las autoridades sanitarias.

Pero las ventajas de la conectividad no se limitan a la salud, también al acceso a la justicia, ya que los tribunales que no cuentan con personal capacitado y plataformas conectadas han debido emplazar a la misma, con sus excepciones, de aquellos con carácter de urgente.

Ejemplificó: “los países que estaban mejor preparados con pymes en línea o que tuvieran una presencia en el mapa, les permitió seguir abierto, ahora, por ejemplo, los tribunales están cerrados y los plazos dejan de correr”.

Agregó: “si tuviéramos listas las condiciones, tanto para que los individuos y los usuarios tuvieran acceso desde un dispositivo móvil o en su casa, al seguimiento de las sentencias y también el personal pudiera estar trabajando el día siguiente desde su domicilio, analizando esa sentencia, eso no hubiera pasado, entonces un negocio en línea es un negocio abierto, lo mismo pasaría con un tribunal”.

En la mesa de análisis Justicia Abierta y la Garantía de la Protección de Datos Personales, recordó la experiencia de China en 2012, que llevó al país al boom del uso de aplicaciones, comercio en línea, entrega a domicilio y pagos vía digital.

Asimismo, que el modelo implementado en ese país asiático consistió en dotar de herramientas a los enfermos sin parar las actividades económicas, dando pie a nuevos desarrollos tecnológicos y achatar la curva de contagios y muertos.

Pero que se ha implementado sin normatividad sobre la protección de los datos, de tal modo que se pudieran estar violentando derechos de las personas enfermas.

Dicho lo anterior, Ornelas Núñez, enfatizó que la propuesta de Google “es un punto intermedio” entre el aislamiento de los sanos que hace Europa y el modelo Chino, que se compagina con acciones de las dependencias de salud y alerta a la población sin revelar la identidad de los posibles contagiados, la que consiste en dos mecanismos:

  1. Proveer a los gobiernos de los llamados reportes de movilidad, que están basados en lo que los usuarios mediante su consentimiento activan. El historial de localización.
  2. Con una interfaz, a través de la tecnología Bluetooth, que alerta a una persona cuando estuvo en contacto con otra, que por la aplicación del gobierno se dio a conocer que tiene síntomas, la que debe acompañarse de pruebas clínicas.

De tal forma, con ésta combinación, los gobiernos pueden tomar mejores decisiones.