Balcera al oriente de Uruapan; autoridades están en el lugar
MORELIA, Mich., 14 de febrero de 2024.- Es Miércoles de Ceniza, y cae también el Día de San Valentín en la misma fecha, por lo que se ve entre las calles a gente con flores y con la cruz de ceniza en la frente. Es un día de mucha actividad, la gente va y viene. Algunos se pondrán ceniza ya y otros lo harán cuando lo permita el trabajo.
En Catedral hay misa. El sacerdote recuerda la sugerencia del Papa Francisco en torno a nombrar 2024 como el Año de la Oración, como preparación para vivir el año del jubileo que será en 2025. Una vez que concluye la ceremonia, el cura pide a las personas que de manera ordenada hagan una fila y así puedan recibir la ceniza.
Sin embargo, la ceniza no se las pone en la frente, como otras veces, lo hace en la parte superior central de la cabeza, en pleno cuero cabelludo. Otros más piden el clásico, que sea en la frente.
Por fuera de la Catedral un grupo de amigas ríe. Lupita lleva un ramo de flores entre las manos y ningún indicio de haber tomado ceniza. Cuenta a Quadratín que lo hará más tarde con sus padres, y aunque no lo tiene claro, sabe que realiza este acto por fe.
America, otra de las amigas del grupo y a quien le han puesto la ceniza en el cuero cabelludo, dice que recuerda que siempre ha sido así, pero otra de ellas, Vanessa, señala que por mucho tiempo la cruz de ceniza la ponían en la frente, y ahora se hace por cuestiones sanitarias tras la pandemia. No sabe expresar lo que significa para ella colocarse ceniza, pero asegura tenerlo claro en su corazón.
En el templo de San Agustín hay menos personas pero también hay afluencia. Es una religiosa quien pone la cruz en la frente de los devotos, que más que hacerle signo con el dedo lleno de ceniza, es un sello. Las personas se mantienen en oración, algunas hincadas y otras de rodillas, no perturba el ruido de la calle.
La señora María, quien recién recibió la ceniza en la frente, expone que el acto que se realiza en Miércoles de ceniza, es para ella un símbolo de preparación.
“Preparación por el sufrimiento de Jesús que murió por nosotros en la cruz, y ahora para la cuaresma, los 40 días, que debemos tener un poquito de cambio en nuestras personas, porque de nada ha servido tanto que derramó sangre por nosotros, por los pecados, y ya estamos libres pero este es tiempo de prepararnos”, expresa.