MORELIA, Mich., 12 de noviembre de 2017.- Morelia carece de un indicador referente a la frecuencia de la práctica de la lectura entre la población residente en la ciudad, así como los materiales de lectura utilizados y los géneros predilectos de los lectores, señaló Héctor Borges Palacios, jefe del departamento de Educación de la Secretaría de Cultura municipal.
Durante la celebración del Día Nacional del Libro, que se llevó a cabo en la calle peatonal El Nigromante, con la participación de titiriteros, autores y músicos, Borges Palacios recordó que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dispone del Módulo de Lectura (Molec) para la evaluación de las prácticas lectoras de los mexicanos; sin embargo, este instrumento no tienen representatividad a escala municipal.
En lo específico para la incidencia de la lectura en Morelia, Héctor Borges refirió que no se cuenta con estadísticas con desagregación que comprenda estados y municipios, si bien se tienen instrumentos que permitirían inferir la conducta de los morelianos en torno de la lectura.
El jefe del departamento de Educación de la Secretaría de Cultura municipal expresó que entre los elementos que podrían permitir conocer los hábitos de lectura en la ciudad se encuentran el Programa Nacional de Salas de Lectura, operado por la Federación a través de los estados, donde se llevan a cabo actividades de promoción de la lectura de manera permanente que proporcionarían datos de asistencia, frecuencia de participación, materiales más solicitados, entre otros.
Asimismo, expresó que se cuenta con el Programa Nacional de Bibliotecas Públicas, donde también se obtendrían cifras de asistencia de usuarios, materiales más demandados, características demográficas de la población que acude a las bibliotecas públicas y servicios ofertados por estas instalaciones.
Al momento, en Morelia existen más de 20 centros de lectura administrados por la Federación, el estado y el municipio susceptibles de generar parámetros para la construcción de estadísticas.
Borges Palacios aseveró que además se recurriría a los números de ventas de los libreros y las librerías, si bien esta información comprendería el rubro de gasto destinado por los hogares morelianos a algunos materiales de lectura, preponderantemente libros, más que a la práctica de la lectura.
El funcionario no descartó que, con base en estos precedentes, se impulse la generación de estadísticas sobre la práctica de la lectura con alcance municipal, a fin de obtener un diagnóstico certero y fiable sobre la condición que guarda la lectura en el municipio.
En tanto ello se concreta, Héctor Borges destacó que el principal indicador de la práctica de la lectura en la ciudad ha sido la respuesta de la población a las acciones de fomento y difusión realizadas por organizaciones civiles y académicas, así como por instancias gubernamentales.
“Los indicadores son un parámetro, pero las actividades de fomento a la lectura, que nos han dado buenos resultados con el apoyo de grupos de escritores creando y promoviendo, nos permiten también medir la cantidad de lectores; cada vez que tenemos un evento o una plática yo siento que promovemos la lectura y eso se nota en la participación que observamos”, reiteró Héctor Borges.