MORELIA, Mich., 22 de mayo de 2018.- Aunque no existe obligación legal para armonizar la normatividad estatal con la federal para la inclusión de las personas de talla baja, la diputada Adriana Hernández Íñiguez propuso sumarlas al listado por el que está prohibida la discriminación.

“Creemos que es de justicia obrar en ese sentido, toda vez que compartimos la intencionalidad del Poder Legislativo Federal en el sentido de aprobar normas tendientes a generar una mayor conciencia sobre la problemática que afecta a las personas de talla baja, lo que constituye un primer paso hacia el reconocimiento y ejercicio de sus derechos y su inclusión en el conglomerado social”.

Es por eso que presentó una iniciativa de ley, que conocerá el pleno de la 73 legislatura en la sesión pública del próximo jueves, para reformar el artículo 11 de la Ley para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, a fin de establecer, tal y como se hizo en el Congreso de la Unión, la prohibición para ejercer toda discriminación de las personas con discapacidad, incluidas las de talla baja.

Considera la legisladora que tradicionalmente, se han usado los términos enanismo o enano, para referirse a aquellas personas cuya estatura resulta ostensiblemente inferior con relación a la del resto de su entorno, la cual puede ser causada por una enfermedad o un trastorno genético. Para afirmar que una persona padece esta circunstancia, se toma como referencia una estatura adulta de 147 centímetros o menos.

Dada la carga discriminatoria de esos términos se ha preferido el uso de personas de talla baja o pequeña, términos con los que busca dignificar y promover el respeto hacia dichos individuos, atendiendo para ello a lo previsto en el artículo 1º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual se refiere a los derechos humanos a la igualdad y a la no discriminación.

Señala en su exposición de motivos que lejos de comprenderse la situación en que viven las personas de talla baja a causa de sus condiciones físicas, este segmento poblacional padece diversas formas de discriminación que van desde las burlas hasta la falta de oportunidades que les permitan gozar de los beneficios del desarrollo.

Dicha segregación, agrega, se refleja en el diseño de espacios públicos poco amigables como el transporte o los sanitarios públicos hasta en el rechazo a incorporarlas al mercado laboral, esto a partir de prejuicios y atavismos que carecen de razón de ser.