MORELIA, Mich., 24 de abril de 2019.- Bajo resguardo policial y hermetismo por parte de la familia, es velado el cuerpo del ex alcalde de Nahuatzen, David Otlica Avilés, en una funeraria del Poniente de la capital michoacana.

La guardia de seguridad que no tuvo en vida ahora la tiene en muerto. Cuatro patrullas y al menos una docena de policías estatales custodian la funeraria. 

Su ataúd, de una madera obscura, lo flanquean varias coronas y arreglos florales cuyo aroma inunda el ambiente. En su último adiós, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) olvidó las diferencias políticas; el partido que lo llevó a la alcaldía, pero del que salió hace unas semanas, le mandó su corona. También el secretario de Gobierno, Carlos Herrera Tello, el Gobierno del Estado y el senador Cristóbal Arias. 

Su familia permanece aparatada, evitando el lente de la cámara. Sigue el debate de dónde serán enterrados sus restos. La llegada de su madre de la unión americana aviva el problema. Cambia los planes del padre de que sea Morelia su última morada.