Con encuentros pedagógicos, buscan consolidar educación ambiental
MORELIA Mich., 17 de diciembre de 2018.- Para el Secretario General de la UMSNH, Salvador García Espinoza, la Casa de Hidalgo debe regresar, poner énfasis en lo que mejor sabe hacer: educación, educación y más educación.
Aspirante a la rectoría de la máxima casa de estudio, el catedrático habla de los desafíos de la UMSNH, del caos financiero, de desgaste que ello provoca, pero también de soluciones.
En entrevista con Quadratín, Salvador García habla de las fortalezas de la michoacana.
Y ahí, sin lugar a dudas queda en primer plano que el capital humano y la calidad de la docencia investigación consolidada; la capacidad instalada y la acreditación de más del 95 por ciento de sus programas, que la hace una institución competitiva.
“Podemos ser el consultor de cabecera del gobierno. Tenemos una amplia capacidad y experiencia en temas de salud, infraestructura, ecología. De cualquier tema, tenemos a los mejores expertos”, defiende.
A sus 50 años de edad, el aspirante se declara un conocedor de la institución y sostiene que una de sus principales debilidades es la falta de vinculación con los sectores productivos y con el propio gobierno.
“Mayor vinculación, ofrece mayores expectativas laborales con nuestros egresados”, establece.
Y ve el futuro en lo inmediato. Ofrece la creación de planes y programas que cumplan las expectativas de la naciente Zona Económica Especial, a quién hay que dotar de profesionistas capaces y adiestrados en las diversas áreas.
Pero el otro problema que gravita y se ha convertido en el fantasma del desastre en la UMSNH es la falta de recursos, derivado de un déficit de más de mil millones de pesos anuales.
Ante ello, el Salvador García propone, de manera emergente para las primeras semanas de enero, una reducción a las áreas administrativas de rectoría, eficientar las labores, siempre en un marco de la transparencia.
“Eso lo tiene que enfrentar el que quede de rector. Es impostergable”, analiza.
El primer paso, insiste, empieza al interior de la Universidad, “que seamos nosotros quiénes organicemos la estructura, reduzcamos el gasto, porque si hay una reducción de presupuesto, debe haber un ajuste, pero este ajuste nunca debe afectar la actividad sustantiva que es la educación”.
A la par, el secretario general plantea abrir el mercado de las capacidades de la UMSNH y retoma la posibilidad de ofrecer las investigación aplicada a los sectores productivos, a instancia gubernamentales, quienes siempre tienen presupuesto asignado para la contratación de proyectos y asesorías, así como el ampliar la oferta de educación continua para los propios egresados y no egresado, como vías para accesar a recursos extraordinarios.
El profesor de arquitectura manifiesta que el tema financiero absorbe la mayor energía de propios y extraños, pero hay otros aspectos no tan coyunturales que deben ser atendidos a la brevedad, como es el tema académico.
Por citar parte del daño que ha sufrido la nicolaita, producto de esta situación, es la drástica reducción de la matrícula en bachillerato, la cual cayó hasta en un 25 por ciento durante el último ciclo escolar.