MORELIA, Mich., 10 de mayo de 2021.- Desde recrudecimiento de síntomas de enfermedades respiratorias preexistentes hasta enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc) son consecuencia de exposición al humo generado por incendios forestales, en diferentes grados, señaló Guillermo Montes, médico neumólogo.

El especialista, miembro del Colegio de Médicos de Michoacán (Comemac), detalló que la exposición al humo producto de incendios de predios boscosos puede resultar en daños a la salud humana, aunque estos están en función del tiempo de exposición y del estado de salud previo de la persona afectada.

Así, una exposición aguda, resultado de una inhalación considerable por un tiempo acotado, puede ocasionar que los síntomas de personas con padecimientos como el asma se intensifiquen, además de irritación de las mucosas y los ojos, dificultad para respirar y malestar general, e, inclusive, intoxicación con monóxido de carbono.

Es justo la exposición al monóxido de carbono el problema más grave a que se enfrentan quienes tienen una exposición aguda al humo de incendios forestales, debido a que esta molécula sustituye al oxígeno en la hemoglobina, proteína que se encarga de transportar el oxígeno por el cuerpo.

Estas condiciones suelen observarse entre el personal que combaten los incendios y la población que reside en los sitios más cercanos a los mismos, mientras que en el caso de los habitantes de otras áreas los vientos dispersan los contaminantes y disminuyen el impacto de estos.

Guillermo Montes mencionó que también pueden verse daños por una exposición crónica, esto es, lapsos relativamente reducidos, pero constantes, lo que aumenta el riesgo de padecer Epoc, enfermedad anteriormente denominada enfisema pulmonar y que merma la capacidad de estos órganos.

Destacó que la exposición crónica puede llevar a daños severos, y mencionó el caso de las personas que cocinan con leña, que pueden pasar hasta cuatro horas por día inhalando el humo de la madera quemándose, lo que equivale a, en ese lapso, fumar dos cajetillas de cigarro.

La exposición crónica se encuentra, sobre todo, entre personas que se dedican al combate de incendios forestales, más que entre la población civil.

Respecto del impacto que en la salud humana tendría el aumento en los incendios forestales, una preocupación que se ha expresado en los últimos años, Guillermo Montes mencionó que no se tiene evidencia que apoye este panorama.

Reiteró que, hasta el momento, no se han encontrado indicios que muestren que una mayor incidencia de incendios forestales se traduzca en una mayor exposición y riesgo de afectaciones agudas y crónicas.

No obstante, no descartó que un repunte en los incendios forestales cause a largo plazo un efecto adverso en la salud de la población.