MORELIA, Mich., 30 de julio del 2016. – “Sí me han dicho que deje esto… a mi amá le da pendiente, me dice que reza por mí, para que no me pase nada, porque siempre se queda con pendiente. Pero yo le digo que nací para ser policía, esto es lo que me gusta”, dice Angélica Azucena Reyes, oficial de Policía Michoacán, adscrita al Grupo de Operaciones Especiales.

Los antimotines, GOE, o los “Gollos”, como también se les conoce, son los efectivos de seguridad de choque, los de ataque y el grupo de ataque de la Secretaría de Seguridad Pública, pero entre ellos no se observan, ni se siente así.

Estos uniformados sienten en sus adentros que son policías de prevención, los que salen a recuperar las calles para la mayoría de los ciudadanos que no participan en las manifestaciones y garantes de la ley misma, no sienten en ningún momento que sean represores, como los señalan muchas veces los manifestantes.

Diariamente se preparan para enfrentar a la muerte y, porque no decirlo, aguantar toda clase de insultos, no se inmutan ante nadie, no obstante, de que, como dice Armando Govea, comandante operativo “somos gente, de carne y hueso, que siente, como todos”.

En ese trabajo se tiene que aguantar de todo, calor, lluvia, sol y hasta mentadas de madre “maldiciones”, dice Daniel Sánchez, con toda propiedad y manteniendo la postura.

Daniel tiene apenas dos años y medio de haber ingresado a la corporación, pero no se arrepiente de estar en el Grupo de Operaciones Especiales, aun cuando no tiene horario de salida, ni certeza de a dónde va a tener que ir o si regresará con bien.

Los uniformados del Grupo de Operaciones Especiales reciben capacitación constante, aprenden a hacer las formaciones, a ensamblar sus escudos para contrarrestar los ataques, a subirse rápido a la patrulla y moverse con agilidad, siempre siguiendo la voz de mando.

El jefe operativo es Armando Govea, un hombre joven y rostro amable, que siente orgullo de ser policía, pero no tanto como de sentirse útil a su patria, refirió que en esa corporación hay de todo, hombres y mujeres, solteros y jefes y jefas de familia, con carrera policial y profesionales.

El equipo del Grupo de Operaciones Especiales no es sencillo de manejar, si bien es cierto que este luce dinámico y con movimiento, tiene un peso más menos de 4 kilos, además del escudo. El equipo cubre la parte de la espalda y pecho, brazos, piernas, concha y el casco.

Esta corporación no tiene un número limitado de elementos, cuenta con una base, pero también puede llegar a tener hasta más de mil gentes, ya que, según la contingencia, puede llegar apoyo de los municipios de todo el estado.

En promedio atienden una contingencia diariamente y es en la capital donde mayor número de servicios se concentran.