MORELIA, Mich., 27 de marzo de 2020.- Una visita a la plaza de Armas del Centro Histórico de Morelia da cuenta de que aún hay muchas personas paseando y disfrutando de una tarde que poco a poco muere. Ahí mismo están los payasos que desde hace años se congregan para hacer reír a los paseantes.

Los payasos pertenecen al grupo Mundo Mágico de Morelia, explica a Quadratín Alejandro Magno, quien tiene como nombre artístico payaso Tommy. Cuenta que son como terapeutas porque hacen una terapia para vivir y sobrevivir todos los días

“Nosotros vivimos al día, solo por hoy, como dicen varias terapeutas”, explica a Quadratin el hombre maquillado y vestido de rojo. Dice que hoy hay que vivir, Dios proveerá y mañana también lo hará. Cuenta que esto del coronavirus ya les empezó a afectar a todos de manera psicológica, y como payaso es muy difícil eso de poder trabajar con lo que está viviendo el país y a nivel mundial.

El artista callejero reitera es muy difícil para ellos; “porque la verdad no sabemos cómo ayudar a mucha gente, cómo llevar esa alegría, cómo llevar esperanza. Para nosotros también es difícil, porque ahora con eso de la sana distancia que se nos indica, es muy difícil para nosotros para que interactuamos mucho con el público”

Es incierto el futuro, dice, “no sabemos, esperemos que los tiempos cambien, y lo que se dice, que después de la tempestad llegue la calma”, manifiesta y asegura que no pierden la esperanza; ser payasos les hace ver de diferente manera; “creemos que la risa resetea y alimenta el alma, y llegar a quedarnos con la zozobra entre nosotros mismos nos afectaría a nosotros y a la misma sociedad”.

El payaso Tommy explica que los eventos que tenían en puerta se los han ido cancelando, esto por la situación del Covid 19, ya que no pueden congregar mucha gente, no debe haber más de 50 personas en un espacio cerrado, y en un espacio público como la Plaza de Armas es más abierto; hay más de 50 personas pero están dispersas, porque les hacen la invitación a que guarden la distancia como lo indica Salubridad.

Por lo pronto el espectáculo sigue, y el payaso Tommi explica que son 16 personas las que trabajan en este grupo, y de estos dependen familias enteras, porque es importante llevar un recurso para poder alimentar a muchas bocas.

En todos los rincones de la plaza hay personas; en las bancas, en los pasillos, hay jóvenes en patinetas, en bicicletas, personas cantando para sacar algo de dinero, y otros que simplemente pasear en una tarde en la que parece que no pasa nada y que ningún virus amenazante existiera; la pandemia parece no terminar de llegar.