Localiza FGE con vida a un hombre en Jiménez con reporte de desaparecido
TEREMENDO, Mich., 7 de marzo de 2016.- Las historias de que cayó un meteorito, que sale un monstruo o que se forma un remolino, le dan risa a don Santiago Estrada Orijel, mientras observa el lago cratérico conocido como La Alberca.
“Los biólogos están diciendo que es una zona volcánica y pues hay bajan haciendo estudios los escuelantes y golpeando el paredón por eso han descubierto que fue volcán… nosotros cuando chicos lo atravesábamos de lado a lado, tiene 400 metros de ancho, íbamos y veníamos pero la cabeza sale tronando.
“Y no es porque esté fría sino que el agua tiene otro misterio: de la primavera para adelante es verde y de la primavera para atrás es amarilla, eso no sabemos por qué”, señaló el campesino que está por cumplir 88 años y da razón de lo que ocurre en la tenencia de Teremendo, ubicada a 35 kilómetros del centro Morelia.
Ese lago cratérico tiene de profundidad en algunos lugares 14 metros, en otros 25 y se han ahogado algunas personas: “no hace mucho, unos tres meses, uno de Morelia, andaba medio gisillo y le decía ya vente; ya vámonos y contestó nomás voy y vengo y ya no volvió; duraron tres o cuatro días para sacarlo los buzos”.
Este domingo don Santiago estaba sentado en el mirador del lago al que ya no se puede bajar en auto porque la gente deja mucha basura, muchas botellas, ensucian el agua y afectan el atractivo turístico.
A ese lugar va a desahogar la pena que le produce ya no poder trabajar en el campo y que la artesanía tradicional ya no se elabore.
“Este año ya no pude, se me cansó la fuerza; artritis y reumatismo de tanto andar en el agua, bajo las tormentas y secada la ropa en el pellejo y mire tengo bolas en las manos de estar haciendo torzales tejidos, trenza de popote para sombreros, vendíamos por brazada, valía un centavo, pero ya no teje la gente eso”.
A Santiago parece gustarle más la ceremonia cívica en honor del insurgente José Guadalupe Salto, aunque dice que de eso él no da razón, sólo del 27 para acá, pero sabe que el sacerdote celebraba misa en la peña, un lugar que se conoce como la mina o en las casas a escondidas, en los tiempos de la persecución cristera.
“Había una placa con la historia, pero se la robaron, pero cada nueve de mayo vienen a hacerle su aniversario, vienen de las escuelas y la banda de guerra con sus tambores, viene el ayuntamiento, hasta el gobernador ha venido, no todas las veces viene, pero manda a alguien, hasta federales vienen”, comentó Don Santiago.