Todo listo para la votación anticipada en Michoacán; 132 la solicitaron
SAN JUAN CARAPAN, Mich., 16 de noviembre de 2013.- Los petates y sopladores de tule, elaborados por los pobladores de Puácuaro, a cambio de la cerámica Ichán, fueron las principales transacciones que se realizaron en el trueque que se llevó a cabo este medio día en la plaza principal de esta comunidad de la Cañada de los 11 Pueblos.
A diferencia de los mercados populares actuales, donde los productos se ofrecen de manera verbal o con “probaditas”, aquí el intercambio se da de manera visual, mostrando cada uno sus productos hasta encontrar lo que necesitan o un intercambio justo.
Dos ollas por un petate y un soplador, ofrecio María Guadalupe, de la comunidad de Acachuén, pero no fue suficiente; qué más le pidió la visitante de Puácuaro, Guadalupe, con cierto sentimiento le extendió una pequeño jarrón decorado y a cambio recibió los anhelados objetos, entre miradas de envidia de un tumulto de mujeres que no tenían más que comida que ofrecer..
Celia comenzó haciendo pan en forma de muñecas y fueron evolucionando hasta que crecieron al tamaño de un bebé a las que les decora la cara y las viste como mujeres purés y que, desde luego, no cambia por cualquier cosa. Hoy estuvo a la espera de tiburón y un tanto decepcionada tuvo cambiarlas por pescados pequeños porque nadie llegó a ofrecer tiburones.
Los niños también participan en el intercambio y dentro de sus gustos, como Pablo que fue a hacer una permuta de garbanzos por aguacate y otros que ofrecían papas fritas por chayotes.
Francisco Pulido Baltazar únicamente llevó dos cajas de nísperos que cambió por diferentes alimentos, para consumir a lo largo de toda la semana: calabaza en dulce, chayotes, garbanzos, chapata, tamales de harina y de zarzamora.
Él fue el primero que, a cambio de la entrevista nos ofreció una bolsa del fruto y aunque nuestro trabajo no era sujeto al trueque, todos los entrevistados, valorando nuestra labor, nos obsequiaron lo que ofrecían.
La reportera, como fuereña no tenía más que preguntas que ofrecer y para poder acceder a una chapata, el pastel de los purépechas, adquirió fuera de la plaza del trueque, bolsas de detergente que tuvieron una gran aceptación, aunque no tanta como los petates y los sopladores.
Así era el comercio cuando no había moneda de cambio y para recuperar la tradición la comunidad tiene precarios apoyos como el de la Secretaría de Turismo que le organizó una rueda de prensa y cinco mil pesos que aportó la Secretaría de Pueblos Indígenas.
Juan Gregorio Sebastián, Jefe de esta tenencia dijo que tocaron muchas puertas pero no los escucharon, por ejemplo, el diputado Eleazar Aparicio Tercero, presidente de la Comisión de Pueblos Indígenas del Congreso del Estado aunque, ante la insistencia accedió a apoyar con mil pesos que nunca entregó.
La práctica del truque, tan añeja como la humanidad, intenta ser recuperada por ésta comunidad aunque por la falta de apoyo institucional no tiene continuidad. Hace tres años se hizo con la comunidad de Patamba y hoy con la Puácuaro, con la que además se hermanaron y, como parte del trueque esperan corresponder realizando el trueque en esa comunidad ribereña del Lago Pátzcuaro el año próximo.