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MORELIA, Mich., 25 de septiembre de 2013.-El Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) a lo largo de 11 años se consolidó como la plataforma favorita para los cineastas mexicanos, así lo considero la directora de la muestra cinematográfica, Daniela Michel.
La promotora del séptimo arte resaltó que en todas sus ediciones el Festival Internacional de Morelia ha logrado conjuntar una gran calidad y pluralidad en los miembros del jurado, quienes se han encargado de definir los mejores largometrajes, cortometrajes, documentales, operas primas y otros galardones que se han entregado a lo largo de los años en cada edición.
“No queremos crecer demasiado, el festival a pesar de que lo vemos como una gran muestra, existen otros más grandes, pero el que se realiza en Morelia lo tratamos de ver como un producto bordado a mano y en el que cuidamos cada detalle”, mencionó en entrevista a menos de un mes de que arranque la undécima edición de la muestra cinematográfica.
Igualmente, Daniela Michel consideró que otra de las características que ha mantenido el FICM consiste en que en su producción reside en la cinefilia y no tanto en concebir al cine como una industria.
“De alguna manera nuestro festival se ha vuelto tan internacional, porque somos muy mexicanos, por ejemplo el director del Festival de Cannes- Thierry Frémaux- nunca ha venido a México y su forma de querer conocer nuestro país fue a través de venir a Morelia a su festival de cine”, recordó.
La también ex integrante del jurado del Festival de Cine de Cannes advirtió que en general el cine mexicano está pasando por una buena racha debido a que existen películas que están teniendo una gran aceptación entre el público como son los casos de Nosotros los nobles, dirigida por Gary Alazraki, o No se aceptan devoluciones, que actúa y dirige Eugenio Derbez, pero a la par de estas producciones, que han recibido el amparo de la industria cinematográfica, están los trabajos y propuestas de nuevos realizadores.
“Es importante que haya un cine de industria, que exista también mucho público mexicano que quiera ver cine mexicano, pero tampoco debemos descuidar la promoción de los cortometrajes, de los cineastas que apenas empiezan, o de los documentalistas, cuyos trabajos luego resultan ser de los menos vistos”, abundó.
Otra contribución al cine nacional que Daniela Michel consideró del FICM, reside en que los ganadores al mejor largometraje, cortometraje y documental reciben la misma cantidad pecuniaria de premio sin ninguna distinción del formato en que realizan su obra, este año además del galardón los seleccionados en cada categoría recibirán 150 mil pesos.
De mismo modo, el FICM incentiva por igual el talento de los cineastas que comienzan en el quehacer fílmico como de aquellos realizadores con una trayectoria amplia, esta año, explicó Michel, de las doce películas que están en competencia la mitad son de noveles realizadores; sus obras no sólo figuran para ganar el premio al mejor largometraje del festival sino que al mismo tiempo una de ellas será distinguida como mejor opera prima.
“Para nosotros no es ninguna necesidad integrar algo internacional, nuestro festival es de México para México. Ya crecimos y les estamos dando no sólo cabida a las operas primas sino también a las películas de cineastas consagrados como Fernando Eimbcke o Mariana Chenillo, pero sin dejar premiar a los noveles realizadores”, concluyó.