Propone Alfonso Martínez un plan de gobierno con participación ciudadana
MORELIA, Mich., 4 de febrero de 2015.- Ahí… en las faldas del cerro del Punhuato, uno de los rincones más vulnerables y olvidados de la capital michoacana, un grupo de habitantes se montó de manera ilegal, a quienes mejor se les conoce como paracaidistas a fin de construir una patrimonio para sus allegados.
Temerosos, arribaron al cerro del Punhuato buscando apoderarse de un territorio abandonado al carecer de un hogar que los arrope del inmenso frio que se resiente hasta en las zonas más opulentas de Morelia.
Viviendo en casas hechas de cartón y madera, los paracaidistas provenientes de distintas partes de la ciudad, buscan que el Ayuntamiento de Morelia les conceda la posibilidad de tener, por lo menos, un reducido terreno de cuatro por cuatro que los proteja de las altas temperaturas que han azotado a la capital en los últimos días.
Desde el pasado 21 de enero llegaron al cerro antes citado y en comuna lograron edificar sus modestos hogares.
La visita de un reportero no les pareció del todo confiable, miradas expectantes e incluso hostiles fueron las que recibí al llegar, sin embargo, logré establecer contacto con los afectados y, poco a poco, conseguí que me fueran contando lo que es pasar noches en vela con el temor de ser reprimidos por incautarse en un terreno ajeno.
La organizadora –quien por seguridad omitió brindar su nombre- informó que tras las carencias económicas que padecía, junto con algunos allegados decidieron aglutinar a un numeroso grupo de gente para acondicionar como su hogar, un lugar lleno de tierra y yerba.
A raíz de su llegada, diariamente han acudido necesitados carentes de un techo donde vivir y describió que hasta el día de hoy tentativamente han asistido 3 mil personas.
La única cuota para lograr entrar a la “familia” -así llamada-, es de diez pesos, sin embargo, a muchos de los que arriban no se les impone ningún tipo de costo por llegar solamente con sus precarias pertenencias.
Relató también que en tres ocasiones han acudido al lugar supuestos dueños de las tierras exigiéndoles que se retiren, pero en todas ellas, se les ha solicitado el predio correspondiente para justificar el desalojo.
Una de las colonas, reseñó que la noche del pasado lunes varias patrullas estatales dieron rondines en la zona, situación que generó pánico en la zona comunal y lamentablemente en el hecho una mujer embarazada se tropezó. Inmediatamente su esposo, desahuciado, la trasladó al hospital civil y, desde esa noche, nada se supo de la familia.
Otra persona señaló que una de las principales problemáticas para los colonos radica en sus necesidades básicas, como agua y electricidad, ya que la mayoría tiene varios días sin asearse.
Asimismo, informó que realizan sus necesidades fisiológicas a la intemperie.
Ante esta situación, de manera organizada “la familia” está construyendo un pequeño baño para que los colonos tengan la oportunidad de compartirlo de manera colectiva.
Un espacio clínico también está siendo construido, ya que se está buscando que un médico voluntario acuda al cerro del Punhuato para que atienda a un centenar de gente que se ha visto fuertemente afectada en cuestión salud por el fuerte frio que azota la zona.
Debido a que se comienzan a acabar los recursos recaudados por la voluntad de los colonos y a la necesidad de negociar con el propietario de las tierras, “la familia” acudió a Palacio de Gobierno, en donde hasta el momento no se les ha dado una respuesta favorable.
La organizadora indicó que persistirán en su afán y visitarán distintas dependencias gubernamentales para hacer legal su estancia en el lugar.
A pesar de las precarias condiciones en las que viven los paracaidistas, sonrisas y pláticas amenas se logran apreciar entre ellos.
Cabe destacar que cada uno de los colonos se muestra participativo, construyendo modestos espacios de vivienda para quienes acaban de arribar a Punhuato y, además,los apoyan con comida y agua.