Van clausurados 4 espectaculares en 2024 en Morelia por seguridad
MORELIA, Mich., A seis años de que se inició el programa Menos Pilas, Más Conciencia, los morelianos aprendimos a separarlas y depositarlas en contenedores específicos al término de su vida útil ya que, cada año, se recolectan cinco de las seis toneladas que, se estima, se consumen en la ciudad.
Oficinas municipales, estatales y federales, centros comerciales, tiendas de conveniencia, mercados, instituciones bancarias, unidades deportivas, escuelas primarias, técnicas y universidades son algunos de los 200 puntos establecidos para su captación y ya es una estampa común ver los contenedores saturados.
Sin embargo, sólo el 15 por ciento de las cinco toneladas de baterías que se acopian representan un peligro para la salud, el 85 por ciento restante son pilas alcalinas prácticamente inocuas por su bajo contenido de metales pesados pero su manejo no es el ideal porque todavía no nos acostumbramos a sellar los polos con cinta adhesiva.
Es por ello que la administración municipal, a través de la dirección de Aseo Público, ya está planeando una segunda etapa del programa a cargo de Gustavo González quien reconoció que todavía se queda una tonelada de pilas sin captar.
“Nosotros deberíamos acopiar alrededor de 6 toneladas de pilas, todavía se queda por ahí una tonelada que se está yendo a diferentes lugares, es muy probable que se puedan ir al mismo camión recolector, otras, a lo mejor están guardadas en la casa porque no saben dónde ponerlas”.
Es por eso que “tendremos que entrar a la segunda fase de este programa donde vamos a empezar a pedirle a la sociedad que únicamente debe llevar sus pilas peligrosas, las que contengan metales pesados y para ello debemos dar una información amplia, porque de esas 5 toneladas que se recolectan al año, el 85 por ciento son pilas alcalinas y el 15 por ciento son las peligrosas”.
Miguel Velasco, a cargo de los Proyectos Especiales del ayuntamiento capitalino, que incluye el programa “Menos pilas, más conciencia”, explicó que las pilas peligrosas son las que contienen níquel, cadmio, mercurio o plomo, metales que por ser considerados residuos peligrosos, deben ser manejados acorde a la normatividad federal.
-¿Como las identificamos?
Las de níquel y cadmio son las recargables, las que les ponemos a la cámara o al control pero pueden recargarse digamos mil veces, entonces estamos ahorrando mil pilas, en ese sentido, mientras sean bien manejadas implican incluso un ahorro económico. Lo opuesto serían las que compramos a cuatro por cinco pesos en el mercado, esas contienen plomo pero tienen tan baja carga que duran un ratito, esuna tecnología importada pero ya está en desuso, es una tecnología obsoleta. Las pilas de mercurio, generalmente son las de botón, no todas, pero algunas tienen mercurio.
“Las no peligrosas son las que la mayoría de la gente compra, las comerciales, las que venden en todos lados; esas aunque tienen metales pesados tienen una cantidad muy pequeña. De hecho ya no se producen pilas en México pero las empresas importadoras traen esas pilas que llamamos alcalinas, son más eficientes y tienen una muy baja proporción de metales pesados”.
La promoción del buen manejo de las pilas, la logística para su recolección y el pago de 6 pesos por kilo, por el acopio que hace la empresa contratada para su confinamiento es la labor del ayuntamiento moreliano y de algunas empresas como Canal 13, una de las más proactivas en el cuidado del medio ambiente ya que desarrolla diversos programas, uno de ellos para la recolección y buen manejo de pilas.
Edgar Rivera, del departamento de Recursos Humanos de la televisora narró que:
“por el tipo de equipo que utilizamos se requiere el uso de baterías y nosotros, como iniciativa propia, cuidamos lo que nosotros desechamos y empezamos con esta campaña; después de lo que se genera en la empresa también pensamos porqué no abrirlo a la sociedad, tratar de hacer conciencia más allá.
“La gente que aquí trabaja lo que hacemos es recolectar las baterías que usamos en casa y las traemos a la empresa y tratamos de hacer esta campaña más social a través de espoteo dentro de lo que es el medio y, en ocasiones, las escuelas hacen sus campañas de recolección de pilas y nos vienen a traer las baterías y les damos una plática del cuidado del medio ambiente”.
Gracias a su campaña, esta empresa televisa se ha convertido en uno de los principales puntos de recolección de pilas, ya que el año pasado acopió 160 kilogramos, lejos de otros lugares como la Mega Comercial Las Américas donde solo se acopió medio kilogramo o el mercado San Juan donde se acumularon dos kilos pero lejos también de la dirección y subdirección de Aseo Público a donde la gente llevó mil 620 y mil 100 kilos, respectivamente.
Cuando los contenedores, que van desde pequeñas cajas de cartón en las tiendas de conveniencia hasta las bases de paneles de publicidad en las paradas del transporte público, están llenos se llama a alguna de las dos empresas que recolectan los residuos peligrosos de la capital; una de ellas Ambiental Michoacana, es la que tiene contrato con el ayuntamiento capitalinopara la recolección de pilas.
El gerente administrativo de esa empresa, Israel Ramírez Márquez explicó que los contenedores no son sofisticados por que no están pensados para recibir pilas en descomposición, sino al término de su vida útil.
“Llevan un proceso de descomposición, la pila con el tiempo o al sufrir un golpe el casco que tiene se abre y es cuando libera la sustancia tóxica que es la que contiene los metales pesados. Es un poco difícil de controlar y me refiero a que no podemos negar un servicio o negarle a una persona que deposite las pilas en un contenedor si es que trae las pilas en un estado avanzado de descomposición; se supone que nosotros somos la solución, entonces en el estado que venga la pila nosotros la tenemos que recolectar, es inevitable que en algunos casos suceda”.
“El problema yo creo es que no tenemos las guías para darle un manejo adecuado, hay quien no sabe qué hacer con sus pilas usadas y no las tira a la basura, las va juntando pero llega un momento en que ya tiene una cantidad y termina arrojándolas a la basura.
“En general muy poca gente sella los polos, enun manejo adecuado, es el ideal; sin embargo hemos visto que si endurecemos esa parte captamos menos pilas, si llega una señora con una bolsa, con 50 pilas y ninguna viene tapada y si nosotros le decimos la única manera en que le puedo recibir es que le tape los polos con una cinta adhesiva, esa persona no lo va a hacer, va a agarrar sus pilas y se va a regresar y lo que va a hacer es arrojarlas a la basura, entonces estamos hablando de un manejo adecuado, lo que es el ideal, sin embargo, el que no traigan tapado los polos no representa un daño, se pueden manejar de otra manera”.
“El manejo de pilas o el tratamiento que se les da, es confinamiento controlado. En nuestro país existen únicamente dos centros uno en Coahuila y otro en Nuevo León. El confinamiento controlado es depositar los residuos peligrosos en unas celdas de forma separada de acuerdo a la compatibilidad de los diferentes residuos que llegan a esos centros”.
Luego de que esa empresa recolecta alrededor del 80 por ciento de las pilas que se utilizan en los hogares morelianos, las almacena alrededor de un mes y posteriormente las traslada a alguno de los centros de confinamiento mientras que las generadas por las empresas, ellas mismas se hacen cargo de sus residuos, contratando directamente los servicios de esta empresa o a Nacional Ambiental.
Si usted todavía no separa las pilas porque no sabe dónde depositarlas, ubique el centro de recolección más cercano a su hogar y si ya lo hace puede ayudar un poco más si les sella los polos con cinta adhesiva para que no hagan contacto, unas con otras, porque contienen metales y se puede producir una cadena eléctrica, calentarse y escurrirse y provocar daños a la salud y al medio ambiente.