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MÉXICO, DF., 2 de febrero de 2014.- Según una nota publicada en REFORMA, los civiles armados de San Miguel de Aquila están en contra del convenio para regularizar a las autodefensas que operan en Michoacán.
“Nosotros no somos una autodefensa, somos una guardia comunitaria de una comunidad indígena”, argumentó el comisariado comunal de San Miguel, Octavio Villanueva.
La guardia comunitaria, arguyó, es legal. “No tenemos por qué ser parte del Gobierno; está en la Constitución, somos una comunidad indígena, nos regimos por usos y costumbres”, dijo.
El dirigente marchó esta semana en la Ciudad de México junto a integrantes de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala para exigir la liberación de 19 policías comunitarios detenidos el 14 de agosto pasado, acusados de portación de armas de uso exclusivo del Ejército.
En entrevista, Villanueva explicó que desde la detención de sus compañeros, las autoridades han emprendido una campaña de acoso contra la guardia comunitaria de ese municipio michoacano.
Aquila se encuentra en la costa del Pacífico michoacano y su ubicación es estratégica, debido a que representa una salida al mar para todos los municipios de Tierra Caliente que los grupos de autodefensa controlan desde hace un año.
De acuerdo con Villanueva, los habitantes de Aquila tuvieron que armarse ante las extorsiones de integrantes de los Caballeros Templarios.
“Es triste vivir así. Nos cansamos de la extorsión. Les pagamos cuotas a ‘la maña’ por 14 meses. Por eso nos armamos”, dijo el dirigente.
Detalló que el grupo se constituyó por los propios comuneros, quienes tomaron en un inicio las armas de caza con que contaban; luego, se reforzaron con las armas que dejó la policía municipal, que salió de la localidad en cuanto se levantó el grupo armado en los últimos días de julio de 2013.
En cuanto se conformó la guardia, las extorsiones cesaron y los 401 comuneros dejaron de pagar una cuota de al menos 2 mil pesos mensuales que les exigían los templarios desde marzo de 2012.
El cobro comenzó apenas los comuneros recibieron el pago de regalías por la extracción que realiza la minera Ternium en Aquila, que oscilaba entre los 10 mil y los 25 mil pesos, por persona, según las ganancias de la compañía.
“De entrada le chingamos 100 millones de pesos (a Ternium), por compensación. De eso querían (los Templarios) 10 millones, pero no les dimos nada”, recordó Octavio.
Sin embargo, tras el desarme de agosto pasado, regresaron las extorsiones, dijo el líder comunitario.
“No pudimos seguir en la comunidad, los habíamos sacado y ahora iban a regresar (los templarios), no podíamos seguir ahí”, explicó.
-¿Y cuando llegaron los federales?- se le cuestionó.
-El Gobierno no más llegó a estorbarse: los militares a los de la marina, los del ejército con la federal- respondió.
La Marina detiene a los criminales, les decomisa las armas y las entrega al Ejército, que las devuelve a manos de los templarios, o bien, las deja en poder de la Policía Federal, de donde se pierde el rastro, dijo Villanueva.
El comisario dijo que actualmente no hay condiciones para regresar a Aquila a ejercer su papel de comisario de bienes comunales.
“De los 19 (detenidos), 11 eran de mi equipo. Quedábamos 4. A 3 los levantaron en noviembre”, explicó con la voz entrecortada. “Sólo falto yo, pero no se las he dejado tan fácil”, añadió.