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MORELIA, Mich., 28 de noviembre del 2015.– Con cierta tristeza en la mirada y melancolía, los comerciantes de temporada decembrinas externan su preocupación ante las bajas ventas hasta ahora registradas. Los locatarios invirtieron aproximadamente entre 5 y hasta 45 mil pesos y no se ve un panorama favorable para recuperarlos.
Los puestos que ya tradicionalmente se colocan afuera del Mercado Independencia ofrecen un sinnúmero de productos navideños, capaces de satisfacer hasta el público más exigente.
Actualmente ofrecen artículos como las tradicionales esferas de Tlalpujahua, esfera importada de plástico, nacimientos y figuras de yeso, porcelana, plástico y madera. Asimismo, se encuentra una gran variedad de pinos nacionales y de importación, como el canadiense. Los dulces tampoco pueden faltar, que se venden por kilo, en aguinaldos y en las ya populares botas navideñas.
Este año los comerciantes se encuentran notoriamente agobiados por las bajas ventas que hasta ahora se han experimentado.
Algunos suponen que se deben a la falta de dinero, otros por la pérdida del espíritu de la Navidad y otros tantos como doña Olga Beatriz Alcantar que señala como culpables la reciente venta anual conocida como Buen Fin.
“El Buen Fin nos acabó a todos”, señala Olga ya que considera que esta venta arruina a los comerciantes del mercado porque no cuentan con la opción de meses sin intereses que ofrecen las tiendas departamentales.
Sea una u otra la razón lo cierto es que en general los comerciantes esperan que las ventas repunten en las dos primeras semanas de diciembre, como señaló el señor Cirilo Reyes Santos.
Los comerciantes temporales se muestran preocupados porque mejoren las ventas puesto que todos ellos al término de la temporada, que ocurre a principios de enero, deben recoger su puesto y guardar sus productos para el siguiente año. O en el caso de los que venden pinos o macetas naturales rematar sus productos, en general comparten la ilusión de mejorar sus ventas en las primeras semanas de diciembre.
La venta de cada local depende del producto, hay los que venden nacimientos, escarchas y esferas que tienen una venta promedio de 500 a 800 pesos diarios; los vendedores de pinos, que comercializan entre 7 y 12 árboles al día que suman la cantidad de dos mil 500 y hasta cuatro mil pesos.
Los locales que comercializan las series navideñas y pinos artificiales obtienen aproximadamente entre 500 y mil pesos al día.
Los comercios con menores ventas registradas hasta ahora, son los de heno, flor de piedra y casas de madera.
Doña Juana Hernández Galindo, oriunda de Charo, tiene un puesto de dos metros cuadrados en el lado que colinda con la avenida Lázaro Cárdenas, comercializa estos productos y dice que ha habido días en que sólo gana 100 pesos.
Las flores naturales de Nochebuena, son de los productos de mayor demanda y debido a esto es posible encontrar macetas a precios muy accesibles y de gran variedad.
Las hay desde los 10 pesos y hasta los 150 pesos. Las flores que actualmente se comercializan afuera del mercado son traídas desde Zitácuaro y hay de todos tipos, la tradicional roja, la blanca y la blanca con morada.
La señora Lucia Vázquez comentó que para esta temporada espera vender aproximadamente mil macetas y recuperar su inversión, para esta temporada en la que destinó 15 mil pesos.
Los locatarios llevan de 12 y hasta 45 años vendiendo sus artículos en la explanada del mercado, al ser ya una tradición no precisan de un permiso especial y se encuentran bien organizados con su respectivo representante ante la Dirección de Mercados del ayuntamiento.
Son negocios meramente familiares y cuando el titular no puede invertir en la temporada alguno de los hermanos toma su lugar o se pasa a alguien que el locatario titular recomiende, cuando no es pariente solo se da préstamos.
El lugar, dicen, es seguro “…de vez en cuando hay quien mete la mano”, dice don Benjamín Hidalgo, pero es muy seguro. Hay más de un velador. Cabe destacar que hay puestos de todos tamaños, los muy grandes bien surtidos con toda clase de productos y los pequeños que sólo venden de un solo tipo.
Las edades y escolaridades de los y las vendedoras saltan a la vista, en general hay un gran número de mujeres como cabezas del negocio, madres solteras especialmente. Las edades de los dueños de los comercios son desde los 35 a los 70 años. Son primordialmente morelianos, algunos pocos de las localidades y menos los que vienen de fuera.