Confirma requerimiento del IEM para registro de candidaturas
MORELIA, Mich., 16 de mayo de 2016.- Está vacío. Son los últimos suspiros de la fiesta del fuego nuevo purépecha en la comunidad de Ocumicho, municipio de Charapan en Michoacán, y aunque varios hombres y mujeres que partieron hace algunos meses regresaron de Estados Unidos para festejar, el pueblo aún luce con muy poca gente.
Sólo pudieron llegar los que tienen trabajo allá de manera legal, la mayoría son jornaleros por temporada, pero la suerte de los demás es distinta: pueden pasar unos 10 o 20 años antes de que puedan volver y sólo regresan si son obligados por las autoridades americanas, según publica el diario El Universal.
La historia se repite múltiples veces, pero con diferente cara y nombre: hombres y mujeres jóvenes que emigran para abandonar la pobreza que los rodea.
La localidad de Ocumicho es un pueblo de fama alfarera, principalmente por sus figuras de “diablitos”, donde la irreverencia, la tradición y el erotismo son transmutados en barro. Ubicada en la sierra Tarasca, tiene poco más de 3 mil 200 habitantes —la mayoría purépechas— que se dedican principalmente a la agricultura y a la creación y venta de artesanías, actividad que los hizo famosos en la década de los 60.