Arde centro de investigación de Comisión Nacional Forestal de Uruapan
MORELIA, Mich., 6 de febrero de 2015.- Una necropsia ordenada por el Ministerio Público para determinar la causa de muerte de una víctima, es un procedimiento minucioso que requiere técnicas avanzadas de investigación y el manejo quirúrgico de órganos que son estudiados por horas por el personal forense que realiza la también llamada necrocirugía.
Ramón Sixtos Guillen, jefe de Medicina Forense de la Procuraduría General de Justicia del Estado explicó que el estudio del cadáver puede llevar desde una y hasta ocho horas de trabajo por parte del equipo experto en la materia, que no cesa la jornada en tanto no se arroje el motivo de la muerte.
Indicó que se analizan órganos vitales tales como cerebro, corazón, pulmones, hígado, bazo, útero (en las mujeres) y en algunos casos los intestinos; todos los elementos son fotografiados y estudiados por el personal forense quien además realizan una descripción de las condiciones en las que se recibe el cuerpo.
Resaltó que los casos donde la muerte es por proyectil de arma de fuego, se deben localizar y extraer las ojivas del cuerpo, pero cuando se alojan en los intestinos, la búsqueda se alarga y el trabajo se multiplica al tener que revisar dichas entrañas; una carga adicional al procedimiento sucede cuando son varios los impactos balísticos.