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MORELIA, Mich., 2 de febrero de 2015.- La violencia asociada a las actividades del crimen organizado se disparó en la capital michoacana durante 2014 con fuerza inusitada, y ese año Morelia se convirtió en el octavo municipio más violento del país, destaca la firma Lantia Consultores, en un estudio que publica la revista Nexos en su edición de febrero de 2015.
“En 2014 en los 10 municipios más violentos ocurrió el 23 por ciento de las ejecuciones, cifra menor al 26 por ciento observado en 2013 y al 36 por ciento de 2012”, destaca la consultora.
Lantia Consultores señala que entre 2013 y 2014 el total de homicidios del tipo ejecución paso de 2 mil 986 a mil 839, pero en la lista se incluye al municipio de Morelia, que el año anterior ni siquiera figuraba en la lista.
El estudio refiere tal crecimiento en la violencia moreliana que sitúa al municipio michoacano por encima de ciudades como Iguala, Guerrero, en donde sucedieron los hechos que culminaron con la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa.
De acuerdo con las cifras –cuyo origen no precisa- que publica la reciente edición de la revista Nexos, el año pasado la ciudad de Morelia sirvió de escenario para un total de 108 homicidios del tipo ejecución que asocia a las actividades del crimen organizado.
El crecimiento en los homicidios tipo ejecución en el municipio moreliano contrasta con la situación general en la entidad, en donde se registró una contracción de 13.2 por ciento en el número de asesinatos, según las cifras que publica Lantia en Nexos.
Junto con Guerrero, Michoacán fue el estado que atrajo más atención de los medios por la gravedad de la crisis política y de seguridad a la que hace frente, destaca la prestigiada revista.
“Aunque a lo largo de 2014 la violencia mantuvo una tendencia a la baja y se avistaba una mejoría en las condiciones generales de seguridad tras la regulación de las autodefensas, los incidentes ocurridos a fines de 2014 en La Ruana, y en enero de 2015 en Apatzingán, son prueba de que la aparente estabilización de la entidad es todavía frágil e incierta”, advierten Lantia-Nexos.
El análisis señala que en Michoacán el panorama incierto se acentúa en virtud de que los espacios que ha abierto el combate a los Caballeros Templarios “han sido ocupados por el Cártel de Jalisco-Nueva Generación u otros grupos criminales menores como Los Viagras”, además der que Los Caballeros Templarios no han sido aún completamente desactivados a pesar de la neutralización de tres de sus principales líderes.
Lantia-Nexos advierten que los remanentes de la Familia Michoacana y los Caballeros Templarios han terminado por complicar la situación en el vecino estado de Guerrero.
“En Guerrero la violencia del crimen organizado tiene su origen en la disputa entre organizaciones criminales por el control de rutas de trasiego de droga de la costa del Pacífico hacia el centro del país. Protagonistas de este conflicto han sido Los Rojos y Guerreros Unidos, pero en la disputa también participan remanentes de los Beltrán Leyva y de La Familia Michoacana, el Cártel de Jalisco-Nueva Generación, y al menos una docena más de grupos criminales”.
Para Nexos, el panorama en Guerrero es particularmente complejo porque a las acciones de los diferentes grupos de la delincuencia organizada se añade un componente explosivo: una creciente actividad guerrillera a la que se añade la proliferación del activismo de diversas organizaciones sociales.
Entre estos últimos factores, Lantia-Nexos mencionan al EPR, al ERPI y a las FAR-LP, en el primer grupo y a la CETEG, la UPOEG y la CRAC, entre otros grupos.
(El artículo íntegro en http://www.nexos.com.mx/?p=24035.)