LA HUACANA, Mich., 22 de agosto de 2014.- Felipe Ceniceros Murillo es uno de los 6 profesor de matemáticas del Colegio de Bachilleres de esta localidad que han desacralizado esa materia y que lograron ubicaron al plantel como el mejor bachillerato público en matemáticas del país, solo por debajo de dos privados, el Luzac de Torreón y el Tecnológico de Monterrey Campus Morelia.

Con su trabajo, además reivindica a los normalistas aunque considera que, lamentablemente, la cuestión de la política sindical ha hecho mucho daño a la educación y que, pensar así no le ha generado muchas simpatías en el ámbito docente, pero su mirada franca y su risa abierta muestran que eso lo tiene sin cuidado.

“Yo creo que los normalistas estamos bien preparados, yo no lo dudo porque pasamos entre 4 y 6 años preparándonos y debe haber reconocimiento; lamentablemente se desvirtúa el trabajo del docente, pero yo creo que la calidad está aparte, yo creo que me tocó estudiar en una buena escuela, la Normal Superior”.

También cuestiona a la sociedad porque dice que ha hecho de las matemáticas  un estigma socialmente aceptado ya que si un muchacho las reprueba se le justifica porque se piensa que son muy difíciles, pero asegura que no hay nada más alejado de la realidad.

“Algunos docentes hemos aumentado este estigma porque, a veces, nos sentimos bien importantes, que somos unos fregones y de entrada les decimos a los alumnos lo que yo hago es muy difícil porque las matemáticas son muy difíciles.

“La complicación que tenemos en las matemáticas es que queremos insertarle los números a los muchachos como si fuera una USB la enseñanza y el aprendizaje fuera una computadora y no es así.

“Yo les vendo el método de evaluación diciéndoles que es bien fácil pasar si asisten a clases, si participan y hacen los trabajos.Simplemente les cambias la jugada y ellos sin querer se dan cuenta de que no es necesario estar repasando y memorizando conceptos y fórmulas sino que la habilidad que llegan a desarrollar de analizar las cosas, de comprender y de aprender a encontrar solución a los problemas finalmente lleva a entender las matemáticas”.

El profesor Ceniceros Murillo es de los pioneros en aplicar el método de competencias para evaluar a sus alumnos en lugar del examen por objetivos, un método que le ha permitido reducir el índice de reprobación de 54 a 8 por ciento.

Su secreto es que hay que contextualizar el conocimiento ya que todo conocimiento de educación media superior tiene una aplicación en la realidad, en una situación cotidiana de la vida.

“Si vamos a ver ángulossaco a los muchachos a la cancha a a que los formen con cuerdas, o los saco a medir a calcular distancias reales, los hago trabajar sobre mapas para calcular polígonos reales en zonas urbanas, todo ese tipo de situaciones hace que por lo menos el muchacho le vea una aplicación y no diga y a mí para que me sirve una función lineal; los taqueros son expertos en funciones lineales porque la utilizan para cobrar.los albañiles son expertos en geometría, no se dan cuenta pero la utilizan”.

Desde luego no es sencillo porque para trabajar con ese método los maestros deben dedicar tiempo fuera del aula para preparar la clase, actualizarse con lecturas que les permitan contextualizar y ser ingenioso para poder aplicar sus conocimientos y no todos están dispuestos a hacerlo, pese a que los resultados son de excelencia.