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MORELIA, Mich., 19 de noviembre de 2013.- La iglesia católica no será un frente para confrontar a la delincuencia y tampoco tomará una actitud revolucionaria, sino que su función es difundir un mensaje de “amor y misericordia”, señaló la diócesis de Morelia.
En conferencia de prensa, al concluir los trabajos de la novena asamblea diocesana, los obispos auxiliares de Morelia, Juan Espinoza y Carlos Suarez, coincidieron al señalar que la iglesia católica debe ser promotora de que la sociedad encuentre “caminos de consolación” y no de enfrentamiento.
“La iglesia nunca quiere ponerse como un grupo más en contra y propiciar la violencia, siempre debemos promover un mensaje de amor y misericordia”, añadió Juan Espinoza.
El religioso señaló que la marcha por la paz que encabezó el obispo de Apatzingán, Miguel Patino, en los primeros días de noviembre no tenía ninguna intención de causar alguna “revolución” sino que pretendía infundir confianza entre la grey católica.
Explicó que la determinación de convocar a esa marcha surgió hace un par meses atrás, cuando de los sacerdotes que forman parte de la provincia eclesiástica de Morelia, así como prelados que son “claves” por su ubicación geográfica, se reunieron como cada anualidad para discernir sobre los retos que enfrenta la iglesia.
Utilizando el método de “ver, juzgar y actuar”, que se emplea en todos los conclaves, los sacerdotes analizaron la inseguridad y la violencia que afecta a varias zonas de la entidad y acordaron la realización de la marcha que sería encabezada por el monseñor Miguel Patiño en Apatzingán.
Por su parte, Carlos Suarez, ex obispo de Zamora, señaló que la región de Tancitaro perteneciente a la diócesis zamorana, pasó de ser una zona serrana y paupérrima a tener un enriquecimiento con el cultivo del aguacate, lo que tuvo también un impacto negativo entre la población.
“Cuando llega la riqueza a una zona en donde no hay mucha solidez en otros valores de la vida pues se ocasionan otros males y ambiciones propiciados por una riqueza que busca sólo apantallar”, resaltó el obispo.
Cabe recordar que el pasado sábado integrantes de los grupos de autodefensa de Buenavista y Tepalcatepec arribaron a Tancitaro con el argumento de defender a la población del hostigamiento de grupos delincuenciales.
Carlos Suarez refirió que hace 9 años la parroquia de Tancitaro era la más “temida” de la diócesis de Zamora porque se trataba de una población aislada que siempre ponía a prueba a los párrocos que eran asignados a la población serrana pero que no tenía problemas de inseguridad como los que ahora enfrenta.