CHUCÁNDIRO, Mich., 1 de abril de 2015.- El escaso empleo y el nulo apoyo por parte de los tres niveles de gobierno en  Chucándiro, han ocasionado que sus habitantes  emigren a municipios  aledaños a su lugar de origen para emplearse en trabajos agrícolas y ganaderos.

Huandacareo y Copándaro, son el destino principal de los cientos de chucandirenses que se encuentran desempleados y carecen de sustento para sacar adelante a sus familias.

El señor Francisco Vázquez, vendedor de gazpachos en la calle Epitacio Huerta, lamentó que la falta de empleo en el municipio ha ocasionado que muchos de los habitantes salgan a municipios como Copándaro o Huandacareo en busca de un salario medianamente digno que les posibilite mantener a sus familias.

Ya sea en el campo, o cuidando ganado, son las únicas fuentes de empleo de las que disponen los chucandirenses al realizar diariamente viajes de aproximadamente 40 minutos a los municipios mencionados.

Asimismo, 150 pesos es la módica cantidad que los obreros ganan al salir de su municipio para el sustento de sus hogares; de los cuales 30 pesos son ocupados para el pasaje del urbano que los traslada de Chucándiro a los municipios citados.

“El camión sale a las 6 de la mañana y regresa a las 6 de la tarde” explicó  don Francisco, al señalar que en muchas ocasiones los chucandirenses salen de sus hogares únicamente con los 30 pesos de su pasaje y desconociendo si podrán ser empleados.

Señaló que de abril a septiembre “es cuando más chamba hay”, debido a que es la temporada de cosecha de diversos cultivos vegetales como: jitomate, cebolla, lechuga y brócoli.

El señor Francisco indicó que “cuando la cosa se empezó a poner dura en el municipio”, eran cerca de 30 trabajadores los que partían a buscar empleo a otros municipios; y señaló que hoy en día son hasta 300 los chucandirenses los que salen de su lugar de origen.

Por otra parte, reconoció que la inseguridad es otra de las principales afectaciones que ha mermado el desarrollo de municipio, al indicar que los asaltos, robos a casa habitación y secuestros, continúan azotando a la población.

Siendo una persona grande de 67 años, don Francisco lamentó que en muchas de las ocasiones que busca empleo en Huandacareo o Copándaro, es ignorado por su edad y, por ello, comenzó con un modesto puesto de gazpachos ubicado en la calle Epitacio Huerta del municipio de Chucándiro.

“Ve y pregúntale a más, la historia es la misma”, señaló cabizbajo el señor Francisco, quien dijo que ante el abandono de las autoridades municipales y estatales, los chucandirenses luchan “por corretear la papa a diario”.