El INM, una amenaza para los migrantes: Solalinde

MORELIA, Mich., 22 de septiembre de 2015.- El padre José Alejandro Solalinde es como Santo Tomás… escéptico y “hasta no ver no creer” en un eventual cambio de actitud en el personal del Instituto Nacional de Migración (INM), al que considera el peor enemigo de los migrantes y de él.

Luego de una reunión con el subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos, Humberto Roque Villanueva, el defensor de los derechos humanos de los migrantes anunció que se va a firmar un convenio entre la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el INM y las cuatro casas que tiene la asociación Hermanos en el Camino, para garantizar que se respeten los derechos de los inmigrantes.

Sin embargo, se mostró escéptico sobre los resultados que se puedan lograr y se abstuvo de opinar si dicho acuerdo es una muestra de buena voluntad para corregir la política migratoria.

“Yo no puedo decirlo hasta que no se haga, cuando vea el convenio y cuando vea que empiezan  a cambiar las cosas, sobre todo en migración, no voy a creer nada.

“La verdad no creo en los políticos, para qué le voy a decir. Hay buenas personas pero les falta valor, les falta convicción para enfrentar a sus mismos partidos; no han  tenido la autoridad moral para cuestionar y hacer una autocrítica hacia ellos. De nada sirve no ser cómplices de delitos, cómplices de tanta corrupción si ellos mismos no luchan contra la impunidad. Yo hasta no ver no creer”.

En entrevista con Quadratín señaló que el diálogo con el gobierno mexicano estaba roto por el envilecimiento del INM, al no dar soluciones, al incrementarse los delitos contra  los migrantes y cerrarse las vías de comunicación.

“Ahorita tenemos 40  migrantes sin regularización migratoria; tenemos el problema de los cubanos que son extorsionados, golpeados, violados, sin solución; tenemos varias órdenes de aprehensión que se han liberado contra agentes de migración y necesitamos solucionar varios  problemas sobre todo en Oaxaca, donde hemos tenido bastantes obstáculos con la delegación del INM.

Antes de viajar a la ciudad de Nueva York, en atención a una invitación del Tribunal Permanente de los Pueblos, el padre Solalinde dijo que los compromisos suscritos por el Estado Mexicano con la comunidad internacional sobre migración son impecables, el problema es que no los practica hacia adentro y no los vive.

“Tenemos problemas gravísimos como  la criminalización de los defensores, de personas que son disidentes y  que finalmente se convierten en presos políticos a quienes se les siembra droga, se les siembra armas y se les  tortura; es una práctica generalizada en el país, una práctica terrible, persistente.

“Por otro lado, también encontramos nosotros que el gobierno no solamente  ha sido un obstáculo para el pleno  cumplimiento de  los derechos humanos sino que él mismo ha sido actor  en contra de esos derechos humanos en la práctica.

“Cada quien habla de lo suyo, yo hablo  de lo que me toca a mí, lucho por los derechos humanos  de las personas migrantes, de la protección de las personas migrantes y la principal amenaza que yo tengo es el INM”, indicó.