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MORELIA, Mich., 26 de febrero de 2014.- Golpeada, perseguida y hasta diezmada, pero la delincuencia michoacana aún disputa con otros cárteles el control del mercado español de las drogas, puerta de entrada al gran consumo del Viejo Continente, destaca una investigación que publica este miércoles el periódico El Universal en su edición digital.
“Los tentáculos de los cárteles mexicanos de la droga ya han llegado a España y desde hace algunos meses son tres las organizaciones criminales que están operando aquí: el cártel de Sinaloa, el cártel de Michoacán y Los Zetas”, dice el diario de circulación nacional.
El diario refiere al periodista español Antonio Salas, que asevera haber “tenido la oportunidad de conocer y grabar a miembros del cártel de Michoacán en Madrid”, señaló tras referir que logró infiltrarse.
Para realizar su investigación, durante varios años Salas asumió el personaje de un motociclista con antecedentes de tráfico de armas dedicado a transportar dinero del crimen organizado, y así logró infiltrarse en diversas operaciones.
Para el periodista ibérico, el mayor problema de los mexicanos es que “tienen más cojones que cerebro y todo lo quieren solucionar a tiros”. Refiere la peculiar violencia de los carteles nacionales y señala haber creído “que la brutalidad de los paramilitares colombianos no podía ser superada por nada ni por nadie, pero en México descubrí que estaba equivocado”, señala Salas.
“La brutal cantidad de dinero que mueven y su influencia política, social y empresarial justifican que esta guerra entre los siete grandes cárteles y la pléyade de pequeños satélites que les rodean. Todos quieren su parte del pastel”, asegura Salas.
El jefe del grupo antinarcóticos del aeropuerto de Barajas, en Madrid, Manuel Méndez,e xplica a El Universal el interés de los mexicanos en el mercado europeo: “Aquí, un gramo de cocaína es mucho más caro que en México o Estados Unidos. En Madrid cuesta unos 60 euros el gramo, frente a los 25 que cuesta en México o los 50 que pagan los estadounidenses”, y en algunas partes de Europa el precio puede alcanzar los 100 euros, destaca.
“Por eso, los narcotraficantes mexicanos han puesto sus ojos en el Viejo Continente y España es su puerta de entrada. Además, por cada kilo de cocaína que los narcotraficantes logran introducir al país, llegan a obtener hasta un millón de euros en el mercado, y teniendo en cuenta que sólo pagan cinco o seis mil dólares a cada mula, la ganancia que obtienen es enorme”, concluye.