Captación de agua pluvial en casas es una inversión: especialista
MORELIA, Mich., 14 de noviembre de 2014.- “¿Cómo es posible que los directivos de una escuela no se enteren de que los alumnos mayores pasan el recreo torturando a los más pequeños?”, pregunta con preocupación y angustia la señora María Hilaria Acosta Villa, mientras su pequeño de nueve años yace en una cama de hospital recuperándose de los golpes que otros niños le propinaron en la Escuela Primaria Profesor Enrique García Gallegos por el sólo hecho de ser más grandes.
El martes pasado, su pequeño hijo Luis fue capturado por alumnos de sexto y cuarto grados de esa institución, llevado a una zona de desechos escolares, maniatado y brutalmente golpeado con tubos y varillas, sin que nadie se percatara.
Aterrorizado, el jovencito guardó silencio y aguantó el dolor estoicamente hasta que su madre lo llevó a casa y se dio cuenta de las heridas expuestas que el pequeño llevaba en piernas, espalda y cintura.
El miércoles el pequeño se decidió a hablar y narró el suplicio. Acusó con el director a sus acosadores y, en venganza, ellos lo sustrajeron, lo ataron y golpearon hasta hacerlo sangrar con la amenaza de que si denunciaba le iría peor.
Doña María Hilaria se niega a hablar con las autoridades escolares porque asegura “que desde hace un mes hable con la maestra Olga y con el director José Manuel Zavala Martínez para decirles que el niño Heber hostigaba y golpeaba a Luis, pero nunca me hicieron caso”.
La señora Acosta explica que el día de los hechos que llevaron a su hijo al hospital ninguna autoridad se dio cuenta de las agresiones, a pesar de que se encontraban en pleno horario oficial y dentro de las instalaciones de la primaria.
Por ello, prefirió acudir a la Procuraduría General de Justicia del Estadoo(PGJE) a poner una denuncia penal por lesiones y lo que resulte en contra de las autoridades de la primaria Enrique García Gallegos, que estudian ya el caso de tortura contra el pequeño Luis.
Doña María Hilaria refiere que también interpuso una denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, porque, denuncia, los daños infringidos a su hijo no son el primer caso de ese centro escolar. Desde el año pasado se registraron hechos similares que dañaron a otro niño, por lo que sus padres también interpusieron queja ante CEDH.
Por lo pronto, doña Hilaria ya tomó la determinación de sacar a su pequeño de esa escuela, por lo que da su año escolar por perdido, y busca una opción en donde Luis pueda recuperar su autoestima y desarrollarse sin riegos a ser violentado.