CIUDAD HIDALGO, Mich., 23 de septiembre de 2014.- César, el único sobreviviente del ataque donde murieron tres menores la madrugada del domingo, relata lo sucedido y afirma que quienes le dispararon fueron policías, justamente porque su amigo Ricardo no atendió un llamado a detener el automóvil que conducía.

Consternado, el preparatoriano explica que el sábado por la noche habían acudido a una fiesta y al terminarse decidieron dar una vuelta en el municipio, primero acudieron a la tenencia de San Pedro para luego recorrer las calles del pueblo.

César recuerda que compraron una botella y se la tomaban dando la vuelta en el pueblo.

Dentro de lo que recuerda dice que al llegar al cruce de las calles de Simón Bolívar y Melchor Ocampo,  se encontró una patrulla y unos policías les dijeron que se pararan, sin embargo su amigo no atendió el llamado.

“Mi amigo dio marcha al auto y avanzó unos metros cuando sólo comenzamos a escuchar disparos de arma de fuego de parte de los policías, yo me agaché con las manos en la cabeza, pero el sonido de las balas provocó que saliera aturdido” dijo el joven de tan sólo 17 años.

El menor relata cómo vio a uno de sus amigos y mal herido le dijo que no se fuera, que se quedara, en una forma desesperada de que salvara la vida, sin embargo los policías lo quitaron del lugar y le gritaron que no los moviera.

César, dice que después de eso lo llevaron a la barandilla ahí un policía a quien llamo de ‘buena gente’ lo dejó hacer una llamada telefónica, por lo que se comunicó con sus padres quienes ya aguardaban en las afueras del lugar, sin embargo no les dejaban verlo.

En manos de los policías, el adolescente fue llevado a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) donde vio a quienes le dispararon, los reconoció de inmediato, ellos al verlo dice que bajaron la mirada.

Ahí también se enteró de que sus amigos habían fallecido, sin embargo aún permanecía retenido en la agencia del Ministerio Público donde declaró todo lo que vivió.

El menor acepta que a ellos les gustaba el ‘desmadre’ lo que todo mundo hace a su edad, por lo que negó traer un arma de fuego, como los policías quieren hacer ver, porque ellos sólo salían de una fiesta y andaban dando ‘el rol’ como se le dice en Ciudad Hidalgo.

Con tristeza dice que sus amigos eran gente de bien, por eso las manifestaciones que se han registrado en el municipio ya que los conocían al igual que a sus familias, Ricardo, Sergio y Andrés, ellos no pudieron contar la historia, ese recuerdo le quedó a César quien los vio morir.

Aquellos jóvenes han sido recordados en sus Facebook, mientras que las calles del pueblo aún se rumora sobre su muerte, las versiones que la gente tiene todas son en contra de la policía, de los elementos que en sus excesos mostraron la forma de actuar, su equivocación provocó la muerte unos niños, que en su busca de sentirse grandes bajo el alcohol no obedecieron a unos policías que andaban en busca de sangre.

Ciudad Hidalgo, aún se encuentra consternado las expresiones de dolor y angustia de parte de los familiares de los menores provocan repudio para aquellos que se supone dan seguridad, esos que al portar un uniforme se creen con autoridad antes de sentirse gente de servicio, ellos ya están en la cárcel y tal vez en un acto de justicia sean condenados, mientras que en las familias de Ricardo, Sergio y Andrés, sólo queda el dolor, desesperación y mucho llanto.