MORELIA, Mich., 25 de marzo de 2016.- Es indudable que la Procesión del Silencio en Morelia ha crecido, sobre todo después de que salió del barrio de Las Capuchinas, de donde se originó. Este año que cumple cuatro décadas de realizarse de manera ininterrumpida, cuenta con veinte cofradías, las últimas tres se han agregado este año, fortaleciéndola.

 

Una cofradía es la asociación religiosa de personas, en este caso de la Iglesia Católica, que se reúnen con el fines altruistas y piadosos. Las cofradías representan las catorce estaciones del Vía Crucis en la procesión.

 

No existe claridad del origen de esta tradición que realizan las iglesias católicas los viernes santos a nivel mundial, sin embargo sí existe un registro de la historia de la procesión en Morelia, que se remonta al año de 1979.

 

Todo se originó en la Iglesia de Las Capuchinas, y fue el presbítero Joaquín Altamirano Rodríguez a quien se debe su creación en Morelia. En un principio la procesión salía de la iglesia y se llevaba a cabo alrededor de la plaza de Capuchinas. Con el paso del tiempo la procesión fue recorriendo más calles del céntrico barrio de Las Capuchinas y también se fue haciendo más popular.

 

El 12 de diciembre de 1991 la ciudad de Morelia fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO (United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization). Ese mismo año, en el marco de la celebración número 450 de aniversario de la ciudad, la Procesión del Silencio se extendió hasta la avenida Francisco I. Madero, antigua Calle Real de Valladolid, y creció en cantidad de cofradías, porque se agregaron las de otras iglesias y templos por donde pasaba. La intención fue que la marcha recorriera la avenida principal hasta la Catedral, y después se dirigiera a la Iglesia de Las Capuchinas donde finalizaría. Así quedó y así se sigue haciendo hasta el día de hoy.

 

El fundador de la procesión, el religioso Joaquín Altamirano Rodríguez, muere e el año de 2005, lo que ocasiona que el entonces arzobispo de Morelia, hoy cardenal Alberto Suárez Inda, pida a la comunidad franciscana el cuidado de la procesión. Es hasta el 2010 que se crea la organización Tradiciones Michoacanas A.C. la cual toma la responsabilidad de la realización de el solemne acto religioso.

 

En esta vez, con la celebración de los cuarenta años, la procesión recibió el regalo de la imagen del Señor de la Caída. Las imágenes principales de la Procesión del Silencio son Nuestra Señora de la Soledad y el Cristo del Santo Entierro, ambas veneradas en la Iglesia de Ls Capuchinas. También se venera a la Virgen de Dolores porque representa el dolor y sufrimiento por el que pasa María ante la muerte de su hijo.

 

La ropa que utilizan los penitentes, la que cubre el pecho y la espalda, se llama “sanbenito”.A la pieza que llevan en la cabeza los participantes en la procesión se le llama “capirote”, y tiene su origen en España, cuando se fortalece la Santa Inquisición en ese país durante el siglo quince.

 

Los colores que se utilizan durante la procesión tienen un significado: el rojo rememora la sangre derramada por Cristo, además de su realeza; el morado es el signo de la  penitencia; mientras el blanco es el anuncio y la alegría por la resurrección de Jesucristo.