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VISTA HERMOSA, Mich., 29 de mayo 2013.-México ya es potencia en cárnicos.
México ya es séptimo productor mundial.
México genera seis millones de toneladas anuales de carne.
México ha crecido su industria cárnica en un 11 por ciento, solamente en el 2014.
México tiene la capacidad de exportar 300 mil contenedores.
Pero México…México, también tiene 53.3 millones de pobres, el 45.5 del total de su población.
México tiene 11.5 millones de mexicanos en pobreza extrema.
Pobreza alimentaria. Pobres a los que la riqueza y crecimiento de la industria cárnica no llega o refleja en sus mesas.
Esa es la analogía.
O el retruécano: sí hay, pero no hay.
Es el marco de la gira del presidente Peña Nieto.
En medio de un fuerte despliegue de seguridad, el mandatario visitó SuKarne, el emporio Vizcarra.
Ahí, atestiguó el embarque del producto cárnico mexicano a 16 países de tres continentes.
Hong Kong, China, Chile, Cuba, Japón, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Acosta de Marfil, Gabón y Ghana, sólo por citar.
“México está convertido en potencia pecuaria. Brilla y luce en el mundo entero”, declaraba con cifras en mano.
Peña Nieto llegó al Bajío michoacano, escenario del violento enfrentamiento el pasado fin de semana entre presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación y efectivos federales, con el funesto resultado de 42 civiles y un PFP muertos
Voló. Y vio desde el aire la zona del conflicto: el Rancho del Sol, a escasos 6 kilómetros de esta productiva planta, “SuKarne Monarca”.
Pero el presidente no vino a echar sal a la herida. Tampoco a fijar advertencias a los criminales. No llegó a refrendar el discurso del Estado de Derecho y la aplicación de la ley. Nada de eso. Es más, no dedicó una sola línea a los sucesos que conmocionaron a la nación.
Vino a reconocer los esfuerzos, tenacidad, confianza de una empresa cuyo valor es de más de 10 mil millones de dólares.
De una empresa que genera 12 mil empleos directos. Y miles más indirectos.
En este contexto, SuKarne es el cuarto consumidor de granos en el país. Es el quinto proveedor de carne para Norteamérica.
Es el principal proveedor de cueros para la industria del calzado.
Ya superó en exportaciones el tequila. Y está a la par del aguacate y las berries.
“Se han invertido 7 mil millones de pesos en respaldo a los ganaderos. Gracias a ellos se instrumentaron programas para repoblar los hatos ganaderos. Para crear infraestructura hídrica en zonas desérticas”, recordaba el mandatario.
Peña Nieto se veía delgado, pero fuerte.
Salvo por el evidente retoque que dio a algunas canas que se asomaban a los costados de su cabeza durante la última visita a Michoacán, se vio entero.
Parecía un presidente que ha superado la crisis de Ayotzinapa y el tema de la Casa Blanca.
Aquí, vino a refrendar el compromiso con la industria pecuaria nacional.
Ofreció la apertura de mayores mercados internacionales, consolidar políticas públicas innovadoras para el sector, impulsar los centros de investigación y mejora genética.
“Se trabaja y hacen esfuerzos para que haya carne en la mesa de los mexicanos”, sostenía.
No hay duda de las intenciones presidenciales. Pero la duda asalta.
Según Consejo Nacional de Evaluación de Política Desarrollo Social, (Coneval), los números de la pobreza no han sido disminuidos de manera considerable.
Uno de los puntos a atacar por la administración peñista fue la atención alimentaria mediante la Cruzada Nacional Contra el Hambre, cuyo objetivo es la atención de 7.4 millones de mexicanos.
En el escenario más lamentable, México registró en la década pasada 102 mil 586 fallecimientos relacionados con la desnutrición.
Es decir, cada día morían 23 personas por la misma causa.
Desde el 2004, es la décimo tercera causa de muerte en México, aunque usted no lo crea.
Estados como Oaxaca, Chiapas, Puebla, Veracruz, Michoacán, Estado de México y el propio Distrito Federal registran este fenómeno.
El presidente ahí dejó el compromiso.
Esperemos que no sea solo carne y circo.