MORELIA, Mich., 22 de septiembre de 2015.- Tanto el Partido Acción Nacional (PAN), como el Revolucionario Institucional (PRI), coincidieron en que la cancelación del reemplacamiento fue producto de la presión ciudadana, mediática y política que se ejerció para tumbar dicha iniciativa.
Los dirigentes estatales de ambos partidos celebraron que el gobierno en turno haya respondido a la sensatez y a la prudencia, al coincidir en que la condonación del reemplacamiento no era factible, debido a la situación que enfrenta el estado.
Con mesura, el dirigente del tricolor, Agustín Trujillo Iñiguez, festejó que el gobernador interino, Salvador Jara Guerrero, haya recapacitado en el tema de la renovación de placas, por considerar que la ciudadanía no se encuentra en condiciones de responder a un nuevo impuesto, ni el estado de subsidiar esta iniciativa.
“Me alegra que el gobernador haya actuado con prudencia en una de sus últimas decisiones al frente del estado”, aseveró el líder del PRI en la entidad.
Ante las especulaciones que han surgido en últimos días sobre los supuestos “movimientos turbios” que pretendía realizar Jara Guerrero a través de las licitaciones para las empresas que se encargarían de la fabricación de las nuevas placas, Trujillo Iñiguez expresó que “sobre toda acusación debe existir sustentó”, por lo que llamó a quienes han señalado al gobernador a comprobar sus “ataques”.
De manera más radical, el dirigente del PAN, Miguel Ángel Chávez Zavala, condenó que la celeridad que Jara Guerrero pretendió imponer sobre el reemplacamiento, evidenció sus intenciones de conseguir “moches”.
Tras celebrar la sensatez demostrada en el freno a la renovación de matrículas vehiculares, el dirigente panista lamentó que: “haya tenido que ser un exhorto del Congreso del Estado el que hiciera recapacitar al gobernador”.
Y es que resaltó que era más que evidente que el ex rector de la UMSNH pretendía abonar su tanto en el desfalco financiero que padece la entidad, al enfatizar que iba a contar con la posibilidad de coordinarse con los proveedores contratados para “hacer su año de Hidalgo”, pues el contrato para dicha acción era cercano a los 350 millones de pesos.
Desde su apreciación, Jara Guerrero se sintió rebasado por la presión política, mediática y empresarial que se giró en torno a la aprobación del reemplacamiento, por lo que celebró que vaya a ser el próximo gobierno el que determine si existen o no las condiciones necesarias para implementar esta iniciativa federal en la entidad.
Ambas posturas se generaron luego de que el secretario de Finanzas yAdministración de Michoacán, Miguel López Miranda, anunciara la cancelación del reemplacamiento, pese a que apenas este domingo se había dado luz verde a esta iniciativa para su implementación sin costo alguno para la ciudadanía.