MÉXICO, DF., 7 de febrero de 2014.- Según una nota publicada este viernes en REFORMA, para las autoridades, la muerte del médico Ygnacio López Mendoza, quien fuera Edil de Santa Ana Maya, Michoacán, quedó en el olvido.

A tres meses de su muerte, su familia no cuenta ni con la copia de la necropsia.

El cuerpo del Edil fue encontrado con huellas de tortura el pasado 7 de noviembre en su vehículo en la carretera de Acámbaro, Guanajuato.

Familiares y amigos acudieron a Salvatierra, Guanajuato, a rendir declaración ante el titular de la Agencia Especializada de Homicidios Número 5, a quien entregaron evidencias.

La familia entregó también pruebas al Gobierno de Michoacán y a la Secretaría de Gobernación. No obstante, asegura, no ha obtenido respuesta.

En una misiva, los familiares enlistan una serie de cabos sueltos que no han sido tomados en cuenta para iniciar las indagatorias.

Por ejemplo, advierten que tanto el titular de Seguridad Pública de Santa Ana Maya como el Síndico habrían encontrado la camioneta antes de las 8:00 horas.

“¿Por qué si se supone que se descubrió el cuerpo hasta las 10 de la mañana, la dirección de comunicación social desde las 8:23 envió comunicado sobre un accidente automovilístico donde falleció el Alcalde?”, plantearon los familiares..

Recordaron que cuatro días antes de la muerte de López Mendoza se dio de alta un policía local y se dio de baja durante el sepelio del médico.

La familia aseguró que tampoco han sido llamados diversos testigos clave, que supieron de los movimientos del ex Edil antes de su muerte.

“¿Porqué no se ha llamado a declarar a la persona que se señala como quien lo amenazó en su consultorio y que se presume pertenece al crimen organizado. Tiene un auto Peugeot color plata y pertenece a un señor de nombre Jaime, esposo de la señora Guadalupe, actual contadora del Ayuntamiento”, cuestionó.

Los familiares acusaron que el actual Alcalde Fernando Mendoza tiene nexos con el grupo criminal Los Caballeros Templarios.

Previo a su muerte, López Mendoza ayunó frente al Senado durante 18 días para exigir recursos para su Municipio.

Los Caballeros Templarios, según confesó a allegados, lo tenían asolado, pues le exigían una cuota del presupuesto.

Según distintas versiones e hipótesis de familiares y amigos, López Mendoza fue sacado por la fuerza de su domicilio, en Santa Ana Maya la noche del 6 de noviembre. De ahí lo condujeron 4 kilómetros sobre la carretera a Acámbaro y luego lo internaron por una brecha que va hacia la comunidad de La Ortiga, Guanajuato. Se presume que ahí fue torturado y asesinado.

Al día siguiente su cuerpo fue encontrado con un orificio en la frente similar al que produce un impacto de bala.