Controlado incendio en inmediaciones de Altozano: Yankel Benítez
MORELIA, Mich., 25 de septiembre de 2015.- Los hombres que asaltaron este viernes por la mañana las instalaciones de Cadena Rasa sí emplearon armas de fuego, y golpearon, amenazaron y sometieron al personal de esa empresa, confirmaron a Quadratín dos de las víctimas.
En entrevistas por separado los trabajadores de esa institución –uno de los cuales tiene una antigüedad de 25 años y otro de 50 años—coincidieron en que los presuntos delincuentes empuñaban pistolas que colocaron en la cabeza de uno de ellos, además de que le golpearon con la mano en el rostro.
Contrario a lo que dijo Cadena Rasa mediante un comunicado de prensa, sí fue un grupo armado el que perpetró el atraco en el medio de comunicación ubicado en el fraccionamiento Prados del Campestre, en Morelia.
A continuación las versiones de los testimonios de los trabajadores consultados:
Trabajador 1:
-¿Cómo estás?
-Bien Arturo, bien gracias.
-¿Cómo te trataron?
-Eh, pues fíjate que nada más me chingaron mi reloj, el celular lo había dejado allá en la oficina.
-En ese momento no lo traías sino se lo llevan.
-Lo dejé ahí en la oficina, no sé por qué, a veces lo saco de la bolsa y lo dejo ahí encima y pues estaba con José Luis cuando entraron estos cabrones.
-¿Estabas tú en la oficina de José Luis?
-Sí, estaba ahí viendo lo de un control de Cemex, bueno, hoy se hizo uno y mañana otro. Y estaba este con José Luis viendo eso y ya vi que le dijo a alguien así como una seña como de qué pasó, así no sé, y ya luego este… pues entró un cabrón ahí y le dice hágase pa acá, hágase pa acá, véngase pa acá” y José Luis le dice tranquilo, tranquilo no pasa nada, pero yo dije éste cabrón, que forma de llevarse con José Luis” pensé que a lo mejor era de un grupo o algún amigo yo dije le quiere dar un abrazo y pues ahí me quedé sorprendido nada más un poco, pero no me fijé yo que éste desgraciado traía pistola. Ya vi que José Luis se levantó y siguió avanzando, su hijo estaba ahí sentado en el sillón con una lap, y al ver pues que José Luis sigue caminando yo dije pues es algo de la empresa y yo seguí sentado.
-¿De espaldas a la puerta?
-Sí, sí y este, pero entró hasta ahí cerca del escritorio el cabrón ese, pero yo no me fijé que traía pistola y ya después veo que sigue avanzando, veo que se levanta el hijo de José Luis y no sé porque fregados me levanto pero sigo ahí y ya éste cuate prácticamente afuera se regresa y me dice tú también cabrón, vente para acá y dije bueno, pues éste wey qué, sin fijarme que traía pistola, no sabía lo que estaba pasando, ya cuando salí pues ya estaba ahí este Rosy, Maricela y vi que estaban pues bien asustadas, llorando y tírense al piso y dije uuy ya valió.
-¿Y ya viste que traían pistolas?
-Y ya vi que el otro desgraciado también traía pistola, y este tírense al suelo y tírense al suelo, los relojes, los celulares, el dinero y este pues ya yo me quedé en cuclillas ahí cerca de donde están los aparatos del lado izquierdo del escritorio de Maricela me quedo en cuclillas y este lo veo y me dice no me veas, no me veas, y ya este pues ya le dijeron a Maricela el dinero, el dinero, pues ya”, allá tienes más, allá tienes más y eso lo reflexiones ya después y dije pues cómo estuvo esto y ya luego el dinero y no pues ya te di mi reloj, no me veas y pues ya me volteé para el otro lado y ya luego pues que vámonos para abajo y pues supusimos que iban para cabinas pero no, pues ya se salieron.
-¿Y ya se salieron a la calle?
-Sí, y este la señorita Eva creo que le dieron una cachetada y yo no me había dado cuenta pero después escuché y pues estaba bien nerviosa la señorita Eva se la llevaron a su casa.
-Es una experiencia difícil, ¿no?
-Sí, sí y este pues no, está de la jodida.
Trabajador 2:
-Híjole, muy desagradable señor.
-Sí, si me imagino.
-Mucho muy desagradable, lo bueno es que no estábamos solas porque sí hubiera sido peor, tal vez.
-¿Quién estaba con ustedes?
-Pues estábamos las tres solitas, señor. Mari y yo en la oficina, pero José Luis estaba ahí en el privado y este Beto en grabaciones y estaba el señor Sáenz y pues el hijo de José Luis y pues a todos los subieron.
-¿A todos los subieron?
-Sí, bajaron a Rosy y a Beto, y este entraron por José Luis, y a todos nos tiraron en el suelo señor, la verdad yo no me había dado cuenta porque estaba imprimiendo unas factura que habían llegado y la verdad no me di cuenta de nada así se lo juro hasta que estaban junto de mí señor y así apuntándonos con las pistolas, se queda uno paralizado.
-Sí, si entiendo
-Pero creo que actuamos con tranquilidad y hicimos lo que ellos dijeron, ni gritamos ni nada.
-¿Y los encerraron entonces?
MUJER: No señor, nos tiraron en el suelo, ahí en la oficina, a todos nos tiraron ahí.
-Me platicaban que a usted le pegaron en la cabeza
-Sí señor me dio una bofetada pues no había dinero señor, nomás el pagano fue el del checo que tenía Mari el dinero y a lo mejor eso fue lo que nos salvó.
-Ajá.
-Pues yo vi que luego, luego se salieron yo estaba tirada detrás del escritorio.
-Vi en MiMorelia.com que no pasó nada, que mandó José Luis ahí alguna comunicación donde dice que no era gente armada, que entraron unos sujetos y que se llevaron unas cosas sin valor ¿Cómo ve?
-Ay señor, pues ya que le digo (risa), sin comentarios pues el sustote quien nos lo va quitar señor.
-¡Qué bueno que ya está tranquila!
-Sí señor ya me estoy tranquilizando, no pues es que si continuábamos en la oficina no nos íbamos a recuperar.
-Sí
-Porque teníamos mucho temor y la verdad pues no, estábamos reviviendo la escena y pues no nos íbamos a recuperar teníamos que salir.
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