En riesgo el trabajo con cantera; altos costos y de materiales, afectan
APATZINGÁN, Mich., 12 de febrero de 2015.-Hombre de la Teología, filósofo y exorcista, el nuevo obispo de este lugar, monseñor Cristóbal Ascencio García afirma que esta zona no requiere exorcismos, sino la difusión y aplicación del evangelio.
De mediana estatura y a punto de llegar a los 55 años, el nuevo jerarca católico, se refiere al padre Goyo: “Es un hermano, cabeza de los feligreses. Hay que hablar con él”.
Avanza. Apenas dos minutos de diálogo. Es franco, abierto, pero reservado, a la vez.
–¿Viene a poner orden?, se le inquiere.
–“No, vengo a ser hermano, pastor y padre. Vengo dar fuerza al mensaje del señor”, responde el oriundo de Arandas, Jalisco, zona “recia” del catolicismo, cuyo emblema de la Virgen de San Juan de los Lagos, remonta a la etapa cristera, a los orígenes de los altos de Jalisco y el bajío mexicano.
Ascencio camina, saluda, bendice.
Va arropado por unos 25 obispos de las Diócesis del país.
Decenas de curas de la región, también se suman al acto litúrgico.
Antes, un recorrido por la ciudad.
El poder católico ahí estaba presente: Cristhope Pierre, el Nuncio Apostólico, la voz papal en México.
Un recorrido de un aproximado de 60 minutos en el “papamóvil”, diría uno de los curas asistentes.
Una plataforma de torton, con tres sillas y una gran corona de flores asemejaban la Santísima Trinidad, con la variable que la tríada terrenal era compuesta por monseñor, Miguel Patiño, el Nuncio, Cristhope Pierre y el propio Cristóbal Ascencio.
A pie, centenares de feligreses. Palma en mano, y bandera amarilla, que asemeja los colores del Vaticano, poderoso estado religioso.
Ya en el recinto, el obispo es bañado en aplausos, largos. Y más ovaciones.
–¿Cómo llega a Apatzingán, que antes fue víctima pobreza de crimen?
–“Hay que dejar llevarnos por el evangelio, alimentarnos de la palabra y la gracia de Dios”.