Mantiene Compesca canales de navegación en el lago de Pátzcuaro
MORELIA, Mich., 14 de abril de 2016.- La alarmante problemática de sequía en la Región del Balsas en Michoacán incrementa ante la apatía de las autoridades, acusaron especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Morelia, y ejidatarios de diferentes zonas del estado.
Este hecho ha provocado importantes pérdidas de cultivos, hasta ahora sin cuantificar ni actualizar afectaciones, pero estas son evidentes, advirtieron los pobladores afectados.
Arcadio Sosa Calvillo, ejidatario de Churumuco, mencionó que los habitantes ya están hartos de promesas del gobierno y de la falta de respuestas a esta situación que preocupa a lugareños y expertos.
“Para mí y para los habitantes de la región estamos en una situación muy crítica, el agua se nos está acabando, los manantiales se nos están bajando por el tiempo que no llovió, nosotros nos dimos a la tarea de organizarnos en los ejidos, en la región, para ver qué soluciones nos daba el gobierno, pero no satisface todo lo que la región necesita”.
Recordó que en 2015 se dio una veda de tres meses, lo cual afectó a los pescadores de la región, pues en este tiempo provocaron que los mercados de la zona buscaran otra zona para abastecerse de producto.
En tanto, la investigadora Ana Burgos, del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM, refirió que esta situación ya se ha expuesto desde hace meses a las autoridades y no hay solución viable ni favorable.
Al detallar junto con el investigador Alejandro Velázquez, la Iniciativa Intersectorial ante la Contingencia por sequía en el Bajo Balsas, señaló que se han dado constantes reuniones y acercamientos y se presentan compromisos, los cuales no se acatan y se olvidan de parte de los funcionarios.
Alejandro Velázquez señaló que desde el año pasado se habían dado los pronósticos de desabasto y las complicaciones para este año, mismas que ya se comienzan a sentir en sobremanera, afectando a los habitantes de esta región.
“Hemos trabajado en la experiencia de esta sequía, luego los datos recabados nos mostraban que la situación tenía algunos niveles de dramatismo que debían ser atendidos de manera urgente por las oficinas de gobierno y que las estructuras ejidales debían ponerse en tensión para todo lo que estábamos previniéndonos en noviembre era resultados prácticos ahora en los meses de abril a junio, donde se vislumbraba lo que ahora estamos viviendo”.