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MORELIA, Mich., 15 de noviembre de 2016.- La cifra promedio, correspondiente a 2016, de pacientes amputados de una extremidad inferior como consecuencia de la complicación de la diabetes mellitus, denominada pie diabético, ha experimentado un decrecimiento del 57.14 por ciento respecto de 2014, dio a conocer Mireya Rangel, enfermera de la Clínica de Heridas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Mireya Rangel explicó que en 2014 se tuvo una media de amputaciones de siete procedimientos por mes, para un estimado de 84 amputaciones en el año, mientras que para 2016 se ha tenido un promedio de tres procesos mensuales, para una proyección anual de 36 eventos.
La tendencia al decrecimiento en las amputaciones resultantes de complicaciones de la diabetes mellitus se ha mantenido constante entre 2014 y 2016, con un registro de cinco procedimientos mensuales en 2015 y alrededor de 60 casos en ese año, un 28.57 por ciento inferior al registro de 2014.
Asimismo, ha disminuido la demanda de consultas y curaciones generadas por la aparición del pie diabético, de 600 mil consultas y 400 mil curaciones en 2014, a diez mil consultas y 14 mil curaciones en 2016.
La intención de la Clínica de heridas es evitar que el paciente permanezca por tiempo prolongado en el hospital y reciba tratamiento ambulatorio, además de disminuir el riesgo de enfrentar una amputación.
El pie diabético aparece en personas con diabetes que han sufrido alguna herida o lesión en sus extremidades inferiores, las que, a causa de la enfermedad preexistente, no sanan de forma adecuada, lo que ocasiona en casos extremos necrosis y la pérdida de la extremidad.
No obstante que la condición ha decrecido en su recurrencia, la tendencia al alza en el desarrollo de diabetes mellitus impide redireccionar los esfuerzos destinados a la prevención y atención del pie diabético, además de que se han detectado en 2016 hasta tres casos de personas que manifiestan mano diabética, proceso similar al observado en las extremidades inferiores.
Asimismo, explicó que la pérdida de las extremidades como consecuencia de complicaciones de la diabetes se ha acentuado en la población joven, con la subsecuente invalidez temprana.