MÉXICO, DF, 6 de octubre de 2013.- Fausto Vallejo Figueroa es el problema no la solución a la crisis política que experimenta Michoacán, sentenció el académico Ernesto Villanueva Villanueva, al exhortar al Congreso de esa entidad  a nombrar a Jesús Reyna García, ya, como gobernador sustituto.

En entrevista con Quadratín, el investigador titular C por oposición del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y consultor de la Organización de las Naciones Unidas considera que sí hay argumentos jurídicos para impedir el retorno del cuatro  veces ex alcalde de Morelia al Solio de Ocampo. 

LA ENTREVISTA

–¿Cree usted que Fausto Vallejo ya esté recuperado al cien por ciento de su salud, después de que presuntamente recibió un trasplante de hígado en Estados Unidos?

–Como ya lo he explicado en mi artículo de Proceso de esta semana esto no es científicamente posible. Su enfermedad es crónico-degenerativa lo que, en el mejor de los casos puede controlarse, pero no curarse. El natural stress y manejo intenso de emociones no es, en modo alguno, para personas que sufren una enfermedad como Vallejo Figueroa.

 

–¿Hay alguna norma legal o autoridad que pueda obligar a Fausto Vallejo a revelar cuál es su real estado de salud, o ciertamente él tiene el derecho a mantener en secrecía esa información por supuestamente tratarse de un asunto íntimo, privado?

–En estricto sentido no, pero lo que no puede hacer el derecho lo puede hacer la ética. En todo caso, el Congreso local en el ejercicio de las atribuciones con las que cuenta puede allegarse de la opinión de un panel independiente de expertos médicos que ofrezcan un dictamen si “esta como nuevo” como él lo ha señalado e incluso si se recomienda que a su juicio el stress es una terapia inédita para curar su mal que lo aqueja, contando con todos los elementos que la sociedad requiere para gobernar un Estado como el nuestro.

 

–¿Hasta dónde termina la vida privada de un servidor público, en este caso en específico de Fausto Vallejo?

–Todos tenemos derecho a la vida privada, no obstante los parámetros de intrusión legítima de esa vida privada están dados por la actividad pública que una persona realiza siempre y cuando sea de interés público, que es el caso que aquí nos ocupa. Es claro y notorio que tenemos los mexicanos y los michoacanos en lo particular el derecho a saber quién y cómo nos va a gobernar. Vamos, si es que puede gobernar.

–En caso de que retomara la Gubernatura y volviera a mermar en su salud ¿podría fincársele alguna responsabilidad legal?

–Habría algunas acciones que se podrían llevar a cabo desde el punto de vista legal, pero yo espero que esa hipótesis que planteas no se llegue a concretar. Cada día estoy más convencido de que Vallejo es parte del problema y no de la solución para los grandes retos que tiene nuestro Estado. Su mejor contribución es retirarse a atender su salud y no dificultar los esfuerzos que se están llevando a cabo para que el Estado pueda iniciar un proceso de recuperación en estos años que no sólo se han perdido con Vallejo, sino que se han empeorado en perjuicio del supremo interés de Michoacán que tendría que ser lo importante y prioritario para todos.

 

–A raíz del caso Vallejo, ¿cree usted que el Congreso de Michoacán debe adecuar el marco jurídico estatal para garantizar futuros gobernantes con buen estado de salud?

–Por supuesto que sí, creo que sería una magnífica oportunidad para que el Congreso y los municipios hicieran una reforma de gran calado en donde la salud inicial sea parte de esta reforma y que la experiencia que todos estamos sufriendo por Vallejo jamás se vuelva a repetir.

 

—En el terreno político, ¿el eventual retorno de Fausto Vallejo abona a la gobernabilidad y a la estabilidad de Michoacán, sobre todo cuando PRD y PAN han manifestado claramente sus dudas sobre la salud del moreliano?

–No, claro que no. Vallejo es el problema, jamás sería la solución, de ahí la necesaria y enérgica intervención del Congreso para aplicar el artículo 57, párrafo segundo, haciendo una interpretación sistemática; es decir, integral de la Constitución que a lo largo de su articulado plantea la existencia de un titular del Ejecutivo con capacidad legal para ejercer las atribuciones que le confiere la Constitución particular del Estado. No ignoro que Vallejo en ese supuesto podría eventualmente interponer una controversia constitucional en su desesperación. No le vería futuro por tres razones: a) No creo que logre una suspensión porque el Ministro Instructor de la Suprema Corte de Justicia ponderaría qué es más importante la seguridad y la gobernabilidad de Michoacán o el beneficio del solicitante; b) Muchos juristas haríamos lo que se denomina AmicusCuriaepara compartir nuestros puntos de vista razonados sobre la inviabilidad de que procediera semejante recurso legal y c) Fausto Vallejo tendría que probar que como dice “está como nuevo” con peritos y donde el Congreso del Estado podría solicitar que los suyos hicieran lo propio. Mientras eso sucede el gobernador Reyna podría seguir como gobernador atendiendo los grandes problemas que tenemos.

 

–Como michoacano que siempre ha estado al pendiente de lo que ocurre en su entidad, ¿cómo aprecia usted el gobierno interino de Jesús Reyna, que dicho sea de paso ya había hecho ajustes significativos en el Gabinete de Fausto Vallejo?

–Creo que está intentando hacer lo que se debió hacer desde el principio: gobernar. Pero hoy se encuentra sujeto precisamente por esos cambios que dices  a un amago de Vallejo Figueroa que antepone su interés personal al superior de Michoacán y esto hay que decirlo claramente con todas sus letras.

 

–¿Qué papel debe jugar la Federación en esta coyuntura de Michoacán?

–Dar un acompañamiento como se está haciendo al gobernador Reyna sin regatearle apoyos y es nuestra obligación cívica blindar a Reyna para que pueda gobernar, pero ahora sí ejerciendo todas las atribuciones que la Constitución le otorga. Hoy estamos en el peor de los mundos. Reyna gobierna pero no plenamente porque no ha llegado a todos los espacios porque Vallejo no se ha terminado de ir. Y eso no debe seguir así. No le podemos pedir plenamente cuentas a Reyna porque no gobierna como pudiese. Demos todos los elementos y si hay errores, faltas hay que denunciarlas, pero lo primero es que pueda gobernar.