La paridad de género sigue siendo una tarea pendiente en México

MORELIA, Mich., 7 de marzo de 2022.- Hay una generación de mediados del siglo pasado que sigue gobernando y perpetuando en la vida política de México una suerte de nuevas generaciones de Juanitas y Manuelitas*.
Afirma la politóloga, ingeniera y doctorante con especialidad en participación ciudadana institucional, Sara Lozano Alamilla, que los partidos políticos tienen una historia de simulación con esto de la propuesta de candidatas por la paridad de género, incluso de funcionarias.
“Muchas veces registran a las mujeres en los distritos que no van a ganar porque ya saben que tienen la oposición, o que están negociados con alguna otra fuerza política. Esto tendría que trabajarse desde el órgano electoral o a través de denuncias”, expresó en entrevista exclusiva para Quadratín.
Por eso, ha habido reformas: primero era “se sugiere”, luego era “se obliga” y ahora es un principio constitucional la paridad de género.
Tras fenómenos como las Juanitas y Manuelitas, legalmente se partió con que el suplente tiene que ser del mismo género, sobre todo después de que el caso de Chiapas lo tomara Sala Xalapa del Tribunal Federal y los sancionara. “Así vamos escalón por escalón”.
Pese a que así se han construido las leyes y los patrones en México, las instituciones de justicia electoral están trabajando en ello. Si se presenta una denuncia por violencia política donde alguien está cuestionando a una mujer su trayectoria por su forma de vestir o por cómo lleva su vida privada, se sientan bases de la violencia simbólica.
“Algunos tribunales, no todos, están sentando precedentes de lo que es la violencia simbólica. Comentarios como: ‘Señora váyase a su casa, usted no sabe hacer tal cosa’, ya están siendo sancionados. Está generándose una rama del Estado de Derecho”, explicó Lozano.
Además, las nuevas generaciones de hombres no tienen conflictos de trabajar con ellas, al menos no la mayoría educada.
“Lamentablemente son pocos en México los que tienen acceso a la educación, pero estos se convertirán en las élites y, a fin de cuentas, lo que allí se generará llegará al resto de la sociedad”.
Lozano aseguró que ya está demostrado que es benéfico que las mujeres tomen decisiones. Se está viendo la parte útil, por lo que es clave trabajar en las condiciones de crianza, papel mayormente desempeñado por ellas.
“Ello debe dejar de ser un obstáculo para su desarrollo profesional, hay que repensar los esquemas laborales, sobre todo en los puestos con tomas de decisiones, donde no es necesario que estés de 8 a 6 de la tarde demostrando más que tus compañeros porque ‘a ti te dieron la oportunidad’”.
Para ello, deberá haber guarderías en los espacios de trabajo o momentos en los que se pueda trabajar desde casa. Hay que flexibilizar este sistema y el Estado es el que tendría que pensar en ello, porque las mujeres están cuidando a los que serán los nuevos ciudadanos.
“En lugar de decirle a la mujer qué hacer, ¿por qué no generamos las condiciones para que esas personitas que llegan estén criadas en las mejores condiciones, con su mamá, sin que los tengan que dejar con alguien más o estar metidas en casa con limitaciones profesionales y laborales?”, cuestionó.
Juanitas y Manuelitas
Juanitas es el nombre que se les da a las legisladoras que renuncian a un cargo de elección popular para cederlo a suplentes hombres u otros miembros hombres de su partido.
El término fue acuñado cuando Rafael Juanito Acosta renunció como jefe de la delegación Iztapalapa, en la Ciudad de México, y entró en su lugar Clara Brugada. Además, 10 diputados, entre ellos ocho mujeres, renunciaron a su cargo en la 61 Legislatura del Congreso de la Unión, y estas fueron suplidas por hombres, por lo que se trastocó la paridad de género.
Ocurrió en 2009 y lo mismo en 2018 en Chiapas, pero esa vez 43 mujeres les cedieron el puesto a hombres, fenómeno al que se le denominó Manuelitas, en alusión al gobernador del estado sureño en ese entonces, Manuel Velasco.