MORELIA, Mich., 24 de marzo de 2019.- En el Congreso del Estado se han presentado ya tres iniciativas que, de aprobarse, permitirían la destitución del Gobernador, diputados locales y presidentes municipales, aunque las condiciones son que lo solicite entre el siete y el 15 por ciento de los ciudadanos que conforman el listado nominal.

Una de esas propuestas es de la diputada de Morena Cristina Portillo quien considera que ese mecanismo de participación democrática permite a los ciudadanos remover del cargo público a una autoridad electa popularmente, antes de que finalice su periodo establecido y no tenga que esperarse a que llegue nuevamente un proceso electoral para hacer efectivo su voto de castigo.

Derivado de lo anterior, y con la implementación de esta figura en Michoacán se pueden evitar manifestaciones sociales tendientes a desestabilizar y cuestionar severamente el régimen democrático y fortalecer la idea de que reside en el pueblo el mandato supremo y original, tal como lo marca nuestra constitución local y federal.

De acuerdo con su propuesta, la petición para iniciar el proceso de revocación, debe justificarse con al menos el 15% de firmas de las y los ciudadanos inscritos en el Padrón Electoral de la circunscripción a que corresponda el servidor público del que se pretende revocar. Será verificada la autenticidad de las firmas por el organismo electoral respectivo. Salvo el caso en el que el servidor público de que se trate, solicite someterse voluntariamente a ese procedimiento, ante ello dará inicio el procedimiento de revocación sin el 15% de las firmas.

Otra iniciativa sobre el mismo tema fue presentada por el diputado del Partido del Trabajo Salvador Arvizu quien considera que la revocación de mandato debe asumirse como un instrumento de rendición obligada de cuentas y transparencia sobre el trabajo y las acciones de gobierno.

“Debemos poner a los ciudadanos en el centro de los cambios políticos, es nuestra responsabilidad darles a conocer lo que  hacen sus gobernantes, cómo y por qué lo hacen, así, la revocación de mandato podrá aceptarse como un instrumento fundamental de ejercer la democracia, podremos ofrecerles y demostrarles, que estamos dispuestos a realmente representarlos, a rendir cuentas, a sujetarnos a su estricta vigilancia, no hagamos caso de aquellos que han alzado la voz para señalar que la revocación de mandado solo paralizaría la actividad de los funcionarios electos, esa compañeros, es una falsa premisa, pues solamente estarían en riesgo, quienes utilicen su encargo para fines de opacidad y corrupción”.

Según su propuesta los ciudadanos tendrían derecho a solicitar la revocación del mandato de representantes electos cuando así lo demande al menos el treinta por ciento de los votos válidos emitidos a favor del Gobernador; del 30 treinta por ciento de los votos válidos emitidos a favor del Diputado, en Distrito en que haya sido electo; y de por lo menos el 30 treinta por ciento de los votos válidos emitidos a favor del Presidente Municipal  o miembro del Ayuntamiento del Municipio cuyo mandato se pretende revocar.

La tercera iniciativa que se analizará es la del diputado independiente Érik Juárez quien considera que se trata de un mecanismo de democracia participativa o semi directa que busca empoderar a la ciudadanía frente a sus representantes, con la finalidad de mejorar la calidad de los servidores públicos que ocupan puestos de elección popular,

la Revocación de Mandato no está ligada a la comisión de algún tipo de conducta ilegal, sino simplemente, a que, una vez que transcurra la mitad del periodo, un siete por ciento de la lista nominal de electores lo solicite a la autoridad competente, por lo que no se busca imponer sanciones o penas adicionales a los supuestos ya existentes de responsabilidades.

Es el ejercicio de la Soberanía que reside en el pueblo, es un balance a la reelección consecutiva, en aras de generar un contrapeso en favor de la ciudadanía ya que es un proceso anticipado de evaluación frente a la ciudadanía, para determinar si continua con la confianza del electorado para ostentar el cargo, y en caso de no ser así, se debe de revocar el mandato conferido.