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MORELIA, Mich., 25 de junio de 2022.- Hace un año era el reflector, el eje, el chido, la víctima de la ley electoral… el candidato.
Hoy, es el desaparecido.
Raúl Morón fue lastimero ausente en el festejo del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien al amparo de Adán Augusto López Hernández y Mario Delgado, celebró el primer aniversario de la victoria, esa que Morón no pudo concretar.
Atrás quedó ese grado de referente nacional que en su momento le otorgó el CEN de Morena, tras el guillotinazo que le metió el INE y ratificó el TEPJF.
Hoy, ni una sola mención para el defenestrado candidato a gobernador; solo allá abajo, para los reporteros, la ausencia fue apenas percibida.
Las matracas, la batucada, el mariachi, la banda y hasta el gingle, todo, todo fue para Ramírez Bedolla.
Extasiados, los morenistas se entregaron al Gobernador.
Igual los de Lázaro que los de Chilchota; los de Zitácuaro que los de Huetamo.
En una plaza Morelos hasta el tope, Ramírez Bedolla fue enfático en reconocer a los dos invitados, Delgado y Adán Augusto, de ser los grandes artífices del apretado triunfo en Michoacán, el último en resolver el TEPJF.
Por allá, perdido en su chat, el frustrado aspirante, anunciaba un escuálido boletín, donde anunciaba que el R21, su movimiento, jugaba con Claudia Sheinbaum.
Según el comunicado, el fracasado exalcalde sostuvo reunión con coordinadores regionales y liderazgos del R21 que destaparon sus cartas a favor de la jefa de Gobierno.
Vamos con Claudia Sheinbaum, un perfil que dará continuidad a la transformación que inició López Obrador, rezó la cabeza del boletín, que estaba firmado en Morelia y era acompañado por media decena de fotos que mostraban medio centenar de moronistas.
Acá, en la plaza, miles.
Así el salado moronismo hoy.