MORELIA, Mich., 20 de octubre de 2019.- Incluir en el Código Penal del estado el delito de pederastia el cual se castigaría con una pena de nueve a dieciocho años de prisión y de setecientos cincuenta a dos mil ochocientos cincuenta unidades de medida y actualización, propuso el diputado Baltazar Gaona.


De acuerdo con la iniciativa presentada ante el pleno de la 74 Legislatura, comete ese delito quien se aproveche de la confianza, subordinación o superioridad que tiene sobre un menor de dieciocho años, derivada de su parentesco en cualquier grado, tutela, curatela, guarda o custodia, relación docente, religiosa, laboral, médica, cultural, doméstica o de cualquier índole y ejecute, obligue, induzca o convenza a ejecutar cualquier acto sexual, con o sin su consentimiento.


La misma pena aplicará cuando se cometa en contra de la persona que no tenga la capacidad de comprender el significado del hecho o para resistirlo. Si el agresor hace uso de violencia física, las penas se aumentarán en una mitad más.


Además de las anteriores penas, el autor del delito perderá, en su caso, la patria potestad, la tutela, la curatela, la adopción, el derecho de alimentos y el derecho que pudiera tener respecto de los bienes de la víctima.


Cuando el delito fuere cometido por un servidor o un profesionista en ejercicio de sus funciones o con motivo de ellas, además de la pena de prisión, será inhabilitado, destituido o suspendido, de su empleo público o profesión por un término igual a la pena impuesta.


Para determinar el daño ocasionado al libre desarrollo de la personalidad de la víctima, el Ministerio Público deberán solicitar los dictámenes necesarios para conocer su afectación. En los casos en que el sentenciado se niegue o no pueda garantizar la atención médica, psicológica o de la especialidad que requiera, el Estado deberá proporcionar esos servicios a la víctima.


En su exposición de motivos señaló que los abusadores son varones heterosexuales, entre un 80 y un 95% de los casos, que utilizan la confianza, la familiaridad, el engaño y la sorpresa, como estrategias más frecuentes para someter a la víctima. La media de edad de la víctima ronda entre los ocho y 12 años, edades en las que se producen un tercio de todas las agresiones sexuales. Las niñas sufren abusos tres veces mayor que los niños.