MORELIA, Mich., 15 de febrero de 2019.- El líder estatal de Morena, Sergio Pimentel afirmó que para el proceso de selección de candidato a la gobernación de Michoacán en 2021, “no habrá dedazo”, por el contrario, subrayó, “refrendaremos nuestra vocación democrática”.

Entrevistado en sus oficinas, se le pregunta sobre las figuras del Senador, Cristóbal Arias y del alcalde, Raúl Morón para encabezar la causa en 2021.

Yeyo Pimentel no titubea y adelanta que más que el perfil, Morena antepondrá el proyecto político a las personalidades.

Y pese a que los tiempos son distantes, Pimentel ya habla del mecanismo: la encuesta, ese procedimiento que para los de enfrente se convirtió en una tómbola, donde los más impensables se convirtieron en agraciados triunfadores la pasada elección, amén al tsunami amlista.

Aun así, defiende la entereza del Presidente Andrés Manuel López Obrador en esas decisiones y la imparcialidad en los mecanismos de selección.

Abierto, el morenista sabe dónde están pisando y manifiesta que estos tres primeros años de gobierno serán una suerte de prueba de fuego para el partido, lapso en que deberán garantizar que sí pueden dar viabilidad al proyecto de nación prometido por López Obrador.

Y para los escenarios de triunfo, Yeyo Pimentel va a los números: “gobernamos el 42.5 de los michoacanos que nos dieron su confianza en las urnas”.

Afirma que no hay una apuesta a los triunfalismos sin fundamento, pero aceita que para arribar a la victoria también se tiene, primeramente, que constituir el partido, darle fuerza institucional y estatutaria con todo el andamiaje que ello implica.

Dice que ahora el movimiento, convertido a partido, tiene la obligación de capitalizar la confianza ciudadana y construir el proyecto de esperanza de vida para millones de mexicanos.

Pero también ve el reto en lo inmediato: construir un partido que no parezca partido, que no sea un símil de aquellas figuras que concluyeron con el hartazgo social, que se alejaron de sus bases y desdeñaron a la sociedad y perdieron su esencia institucional.

“Tenemos que aprovechar la inercia histórica en la que nos encontramos para construir un nuevo modelo, aprovechando el crisol ideológico que sustenta a Morena. Vendrá un trabajo muy fuerte de planeación”, augura.