Morelia, la ganadora del debate organizado por Grupo Morelos

MORELIA, Mich. 12 de junio de 2018.-Fausto fue articulado, experimentado en el tema; Morón, mesurado y hasta cortés; Poncho vapuleado y a la defensiva; Quintana, titubeante y acusatorio; Daniela, por la libre; Constantino con los guantes puestos, tirando ganchos y bajando propuestas; César, en el limbo, solo con Prometeo.

Fue el debate, el primer debate formal, armado, estructurado, con dinámica de propuesta, réplica y contraréplica; con tiempos medidos, preguntas al azar, temática general.

Durante dos horas, los siete candidatos a la alcaldía capitalina propusieron, se confrontaron, se exhibieron, se sacaron los trapos a relucir, pero al final de cuentas, cumplieron con el objetivo: exponer su propuesta política.

Y en el entorno, la principal preocupación de la ciudadanía: la seguridad, la contención de la delincuencia.

Ahí, entraron los diferendos sobre la viabilidad de la actual estrategia de seguridad. Si se va o no al mando unificado, si la ciudad mantiene a sus cuerpos policiales, pese al reto que implica su manutención.

Mando unificado, profesionalización de policías, aplicación de nuevas tecnologías, programas de prevención, habilitación de casetas policiales, más policías, fueron el rosario de las propuestas.
Y por supuesto, en el panel, el tema de la corrupción y la falta de transparencia fue la vorágine.

Y por supuesto, el objetivo fue Alfonso.

“Me pegan porque quisieran estar en mi lugar”, justificó el independiente los reclamos de sus oponentes.

Fausto le recordó que el 50 por ciento de la obra pública fue asignado a 14 empresas; que el 70 por ciento del presupuesto se va a gasto corriente,  mientras que Quintana le encaró el incremento presupuestal del capítulo mil, sin mayor transparencia, algo así como 430 millones de pesos.

Y Constantino le recalcó, gráfica en mano, los 258 millones que presuntamente otorgó a empresas de Jalisco.

El independiente siempre esquivó los golpes.

Se declaró un perseguido de la Contraloría; se dijo víctima de una confabulación, de filtraciones ilegales de auditorías con transfondo político…pero sin denuncias formales.

Una y otra vez sacó sus argumentos en su propia defensa.

Así, por ejemplo, citó que presentó su 3 de 3; acudió al tema de las licitaciones televisadas, abiertas; a las calificaciones que le otorgó el Itaimich sobre transparencia.

“Cada peso y cada obra, están justificados”, explicó.

Luego, irónico, respondió al panista, Quintana: “No vale el pájaro el tiro”, cuando la conductora, Verónica García le ofreció la réplica sobre las denuncias presentadas ante la Contraloría y la PGJE por los expedientes del río Chiquito.

Más aún, el independiente apeló al poco tiempo de su gobierno, aunque afirmó que en estos casi tres años de gobierno, Morelia ha registrado grandes transformaciones.

Según él, el turismo regresó, la seguridad pública mejoró sustancialmente, hay más obra que nunca, mejoró la transparencia y se erradicó la corrupción…un gobierno modelo, pues.

Pasan las preguntas, todas ellas elaboradas por integrantes del Grupo Morelos.

Una cáscara de plátano le es aventada al panista, Carlos Quintana. Lo agarra en curva. Quizá no la esperaba.

Le orilla a aclarar su situación patrimonial.

Tiene que aclarar el porqué no ha hecho pública su declaración, aunque ahí mismo reconoce que tiene seis propiedades.

Tartamudea, pero se recupera. Ofrece hacer público su patrimonio, forzado, pero lo acepta.

El debate fluye.

Fausto es hasta condescendiente con su antigua alumna, hoy contrincante, Daniela de los Santos.

“Me da gusto que esté aquí y que avale cómo hicimos las cosas en mi gobierno”, comenta con cierto tono de ironía.

Entró pisando terreno llano: “la gente conoce mis aciertos y mis errores”, sintetizó desde el inicio.

En el extremo, el morenista, Raúl Morón, al margen de los señalamientos, de la acusación vana.

Fue directo. Bajó propuesta y ofreció un gobierno de amplia participación ciudadana.

No se subió al ring, pero sí dejo en claro que de ser alcalde, habrá una revisión, bajo la ley, de cualquier tropelía cometida por los actuales funcionarios municipales.

Fue amable con el adversario y caballeroso con la candidata. Les reconoció el esfuerzo puesto en el proceso electoral, confiado, quizá, en el ya tan cantado triunfo del tabasqueño, su eje y esperanza.

Su gesto no fue suficiente para contener los ímpetus del ecologista, Constantino Ortiz.

Gráfica tras gráfica, expuso lo ‘vividores’ que han sido sus oponentes, salvo el aliancista, César Santoyo.

Golpe y propuesta, Constantino se quiso arropar en la figura ciudadana, dejó, por momentos, la franquicia del tucán.

Bajó los temas del teleférico como medida de solución al transporte entre la Morelia alta y la baja; la creación de un puerto seco y el traslado del patio de maniobras.

Acusó que entre todos ellos, suman 82 años de mamar del presupuesto “y no han hecho nada por Morelia”.

Solo Fausto le brincó. Le recomendó finiquitar tres años de adeudos con un particular moreliano. Algo desesperado.

En el seno de la Universidad Vasco de Quiroga, el primer debate. El primer ejercio democrático, frente a frente, de cara al electorado.

Hoy, el postdebate.

¿Quien ganó..? Morelia.