MORELIA, Mich., 5 de julio del 2016.-“Señor presidente: ¿ya tiene gallo para el 2018?”, se le gritó desde el graderío.

Sonriente, Peña Nieto sólo extendió la mano en forma de saludo, no sin antes sonreír, sabedor del fondo de la pregunta.

Y en el naciente handicap presidencial, la sombra de Silvano Aureoles Conejo, una de las principales cartas del perredismo naciona, a un costado del Jefe de la Nación.

No faltó el reportero agudo que atisbó: “pues ahí lo trae a un lado” en franca alusión el perredista y gobernador michoacano, chiquiado de la federación.

También, al flanco, Pepe Calzada, el titular de Sagarpa, quien ya se promociona en una fanpage de Facebook y cuyo número de seguidores supera los 6 mil, todos ellos queretanos, según consigna Quadratin México.

Otro suspirante, pues aunque las encuestas ni lo mencionen, intenta meterse a la carrera.

Peña Nieto llegó casi puntual a la cita. Pero antes, realizó un recorrido aéreo sobre el recinto ferial, sólo para apreciar la bienvenida del pueblo michoacano.

Decenas de tractores conformaron en trazos multicolores la frase Michoacán. Mover a México, el slogan que hace fuerte a la administración peñista.

El hombre fuerte del país, al que las encuestas de hoy no le socorrieron y por el contrario, lo arrumbaron al fondo de la preferencia colectiva, aprovecho para refrendar y presumir sus logros en materia agropecuaria en el país.

Dijo que el sector ha repuntado frente a otros que antaño eran pilares de la economía nacional.

Compárenlos indicadores de su gobierno frente a los heredados por el panista, Felipe Calderón:

En materia de modernización de sistema de riego para el campo, sostuvo que este gobierno ya registra un 30 por ciento las que el dejado por el Felipato.

También abrevó que el sector registra crecimientos hasta por el 61 por ciento e comparación con el mandato del michoacano.

Ello, según el mexiquense, se traduce actualmente en un valor de la producción por los 76 mil millones de dólares, 10 mil las que los alcanzados por el gobierno panista.

Fue un evento de abierto espaldarazo al gobernador michoacano, centro de ataques internos, patadas y señalamientos.

Es el único que ha desafiado y puesto en su lugar el mesianismo del tabasqueño. Y ya rico sus reacciones.

Nunca, nunca antes, se había registrado un evento de tal magnitud ni la entrega de semejante stock de maquinaria agrícola.

Pero las mieles de Silvano, tendrán más azúcar: el ejecutivo federal comprometió acompañamiento para ligar el cometido de entregar seis mil unidades a lo largo del gobierno perredista.

Así o más claro.

Hoy Silvano acalló aquellas voces que le tildaron de mentiroso, de electorero, de embustero y hasta de defraudador.

“Nos calló el hocico”, confesó con humildad un alcalde del norte del estado a este redactor.