MORELIA, Mich., 30 de agosto de 2018.- Ante una posible ratificación de nulidad de las elecciones en Nahuatzen, Charapan y Tingambato, que obligarían a un proceso extraordinario, el Instituto Electoral de Michoacán (IEM) descarta el uso de la Fuerza Pública para la instalación de casillas, ya que advierte que pese a la resistencia de algunos habitantes, no se pueden imponer.

“Yo descartaría esto, lo ejercicios cívico democráticos no tienen que ser a chaleco, a fuerzas y con el garrotazo de por medio; más en Nahuatzen, se tiene que ser muy cautelosos, sensibles y privilegiar el diálogo”, explicó el presidente del Consejo General del IEM, Ramón Hernández Reyes.

En entrevista, Hernández Reyes consideró que la desactivación de 57 casillas autorizadas por el Instituto Nacional Electoral, constituyó una medida preventiva ante la resistencia de comuneros a la instalación de casillas, por lo que se buscó evitar eventos lamentables.

“La actividad que hizo el INE fue preventiva, escuchando las voces de distintas comunidades indígenas; en este caso tenemos que trabajar más de la mano para buscar cuáles van a ser los mecanismos para que se lleve a cabo el proceso sin que se ponga en riesgo nada”, dijo, al subrayar que como IEM acatarán la resolución del Tribunal Electoral Federal.

A pregunta expresa, mencionó que ya se trabaja en el análisis preliminar de cuánto podría costar la organización, desarrollo y celebración del proceso electoral extraordinario, que tentativamente sería a finales de noviembre o principios de diciembre; adelantó que deberán instalarse nuevamente comités municipales y que se buscará reutilizar material electoral.

A más tardar este viernes la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación deberá pronunciarse respecto a si habrá elecciones extraordinarias o si se valida el resultado del primero de julio.

En caso de que se mande reponer el procedimiento electivo el Congreso de Michoacán deberá nombrar presidentes municipales provisionales a más tardar el sábado, ya que de lo contrario se generaría un vacío de gobernabilidad, han advertido las propias autoridades electorales.