MORELIA, Mich., 22 de octubre de 2018.- Tras la renuncia del presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD, Manuel Granados Covarrubias, el secretario general, Ángel Ávila, asumió las funciones de la presidencia.

En rueda de prensa, durante su visita a la capital michoacana, a donde acudió a impartir una conferencia, Ángel Ávila, afín a la corriente Nueva Izquierda, dijo desconocer las razones de su correligionario para presentar su renuncia, y explicó que por su parte se mantendrá al frente durante un mes.

A pregunta expresa, y aunque evitó expresar su interés abiertamente, no descartó la posibilidad de permanecer en el cargo durante el próximo trienio; tras asumirse “un soldado” del PRD, endosó que será el Congreso Nacional, máxima autoridad del partido, el que definirá este 17 de noviembre, quién dirigirá a las huestes perredistas.

Desaparición de tribus, eje de refundación del PRD

En su visita a Michoacán Ángel Ávila dio cuenta de los trabajos que realiza el PRD para su recuperación tras la derrota del 1 de julio, para lo que fue creada una Comisión Nacional de Diálogo que trabaja en dos sentidos: escuchar a sectores externos y a la base militante de cara a la refundación del PRD.

El ahora máximo jerarca del PRD en México adelantó que hay consenso entre la cúpula del partido para desaparecer las corrientes del marco estatutario, ya que señaló que han minado los principios democráticos y los postulados de justicia social.

Aunque compartió que en su opinión particular no está de acuerdo en un cambio de siglas P.R.D., del eslogan del sol azteca y del color amarillo, admitió que hay perredistas que sí lo proponen, pero acotó que será este 17 de noviembre cuando se defina, en el próximo Congreso Nacional refundacional, el programa de acción, la línea política y los nuevos métodos de elección interna.

En este contexto, Ángel Ávila dio cuenta de las dificultades financieras del PRD, que tras el resultado del 1 de julio conservó apenas el 5.9 por ciento de la prerrogativa, aproximadamente 12 millones de pesos al mes, menos de la mitad de los 30 millones de pesos mensuales que recibía tras la elección de 2015, en que alcanzó 12 ver por ciento de la votación nacional; ante ello, admitió que se reducirá la planilla de personal y se implementarán acciones de austeridad en todos los niveles.