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MORELIA, Mich.,25 de septiembre de 2014.- La viabilidad financiera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no está garantizada y los pasivos del Estado en materia de pensiones constituyen una verdadera bomba de tiempo, advirtió la coordinadora del Grupo Parlamentario de Nueva Alianza, Sanjuana Cerda Franco.
De acuerdo con un comunicado, ante ello, dijo, es importante construir una estrategia de largo plazo para garantizar dos objetivos: evitar el colapso financiero de las instituciones de seguridad social, y garantizar a los trabajadores una pensión digna y segura.
En el marco de la comparecencia del titular del IMSS, José Antonio González Anaya, la legisladora aliancista refirió que a partir de 2013 el Instituto comenzó a utilizar los recursos de la Reserva Financiera y Actuarial del Seguro de Enfermedades y Maternidad, y al cierre de 2013, presentaba un saldo de 60 mil 644 millones de pesos, recursos que se estima, se agoten en el año 2017.
“Lo anterior representa un enorme pasivo fiscal que requiere una revisión a fondo de las estrategias de financiamiento del IMSS, de tal manera que se concilie la necesidad de un esquema fiscal sostenible con el imperativo de garantizar un piso mínimo de protección social para todos”, señaló.
Además, los servicios de salud que ofrece el Instituto son objeto de constantes críticas a causa de la recurrente insuficiencia de medicamentos, la falta de atención médica especializada, de camas de hospital y en general, del insuficiente equipamiento de las unidades médicas.
La situación actual del IMSS –del que más de la mitad de la población es derechohabiente–, conlleva escenarios que necesariamente incrementarán las presiones sobre las finanzas de todo el sistema de seguridad social, aseveró la Diputada.
En este sentido, explicó, las transiciones epidemiológica y demográfica ya están generando impactos considerables.
El envejecimiento natural de la población, nos muestra que cada vez tenemos una proporción mayor de adultos mayores por cada trabajador: hoy es de cinco a uno, cuando hace 40 años era de 15 a uno. Para 2030, la proporción puede ser de a tres a uno, o dos a uno.
Por otro lado, la transición epidemiológica nos obliga ahora a invertir grandes cantidades de recursos en la atención de enfermedades como el cáncer, la diabetes o la hipertensión, de creciente presencia entre la población mexicana.
La coordinadora aliancista consideró que frente al crecimiento de estas enfermedades, algunas de las principales causas de mortalidad en el país, es importante que el Instituto cuente con personal médico especializado, por lo que resulta preocupante que no haya una estrategia que vincule al IMSS con las instituciones de educación superior del país.
Ante esta situación, dijo, “se requieren auténticas medidas de austeridad y disciplina financiera. Es una cuestión de la máxima prioridad brindar al IMSS la seguridad operativa, de la que actualmente carece”.
Resaltó que para el Grupo Parlamentario de Nueva Alianza, la Reforma Estructural en materia de seguridad social es un pendiente que “no podemos dejar para después”.
“El reto es avanzar hacia un sistema de seguridad social universal, incluyente, solidario, integral y sostenible, capaz de brindar protección social de calidad a todas las mexicanas y mexicanos”, agregó.