Ratifican miles de defensores de la 4T respaldo a Torres Piña
Sea por convicción o temor, José Manuel Mireles promete abjurar de su pasado.
Al menos de su pasado inmediato y al menos en parte.
Esta es la historia:
En manos de las autoridades federales, han sido muchas las pláticas –o interrogatorios, vaya usted a saber- sostenidas durante su hospitalización y convalecencia tras el accidente en una avioneta cuando regresaba de Guadalajara a la Tierra Caliente michoacana.
Desde entonces el dirigente de los grupos de autodefensa ha tenido tiempo de reflexionar y, en términos llanos, entrar en negociaciones con altos funcionarios de la seguridad nacional.
Así confirmó los nuevos sucesos, el avance de sus tropas sobre uno y otro poblado, los enfrentamientos en cada plaza, la muerte de inocentes, la zozobra creciente en muchos municipios.
También fue informado con anticipación del nuevo esfuerzo por Michoacán y los riesgos de mantenerse al margen de la ley, así sea so pretexto de realizar funciones en las cuales el Estado ha sido omiso.
Tal vez a él se refería la semana pasada el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, cuando confirmó negociaciones con representantes de esas organizaciones supuestamente civiles y supuestamente espontáneas.
Mireles prometió colaborar.
REINCORPORACION AL ESTADO DE DERECHO
Las negociaciones parecían avanzar muy bien.
José Manuel Mireles sostiene ante medios y autoridades su decisión de retirarse en cuanto se recupere la paz, entendida por él como la desaparición de Servando Gómez La Tuta y el imperio de Los Caballeros Templarios.
Pero el Estado por fin actúa, él y su gente se sumaría.
Así lanzó su compromiso de reintegrarse al Estado de Derecho.
En respuesta, el gobierno le ofreció analizar la situación de quienes realizan supuestas labores de vigilancia y abrir un programa de reincorporación a la seguridad pública, previa revisión curricular y posterior capacitación.
Es decir, deberán someterse a exámenes de aptitud y prepararse en condiciones similares a los del resto de la fuerza pública.
Mientras tanto, se darían los pasos legales necesarios para darles cabida en términos parecidos a los de las policías comunitarias de Guerrero.
Mireles y gobierno aceptaron el planteamiento, pero de repente surgió la oposición de quienes quedaron al frente de las autodefensas en ausencia de su líder y empezaron a cuestionar a éste por su reconversión.
-Vamos a seguir en nuestra posición. Mientras no nos entreguen las cabezas principales (de Los Caballeros Templarios), nosotros no vamos a dar un paso atrás –dijo el vocero de las autodefensas, Estanilao Beltrán.
Al menos de momento esto trabó las negociaciones.
CNDH CONFUNDE A POLICIAS COMUNITARIOS
1.- Al enfrentamiento del gobierno de Guerrero con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) le resta mucha historia.
El presidente de ese organismo, Raúl Plascencia, confunde a las policías comunitarias con las autodefensas y trata de llevar a la administración de Angel Aguirre a una encrucijada.
Aguirre acató todas las recomendaciones cuando el conflicto de la Normal de Ayotzinapa, pero esta vez no cederá porque, cree, el protagonismo de Plascencia es para impulsar su reelección.
Es el segundo conflicto en poco tiempo de Plascencia, pues se recuerda su enfrentamiento con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y hasta la acusó de proteger a violadores.
En el gobierno federal no coinciden con la CNDH de Raúl Plascencia y, contra sus críticas, analiza cómo apoyarse en la sociedad para abatir el crimen donde se ha apoderado de regiones enteras.
La salida, ya se dijo arriba, pueden ser las policías comunitarias sometidas a las instituciones, capacitadas y con armamento autorizado.
Y 2.- el estado de México también está bajo el ojo de la CNDH.
De acuerdo al Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), esa entidad está por debajo de la media nacional en los delitos de secuestro y homicidios dolosos: décimo lugar en el primero y 17 en el segundo.
El vocero mexiquense de Seguridad Pública, Indalecio Ríos, prometió nuevas acciones para disminuir los delitos de alto impacto.