Agarren lo que les den, pero voten por el PAN y PRD: Alfonso Martínez
MORELIA, Mich., 1 de abril de 2014.- El sueño de los mexicanos que trabajan en Estados Unidos, entre ellos tres millones de michoacanos, es el de un Estado Mexicano fuerte que diplomáticamente presione la reforma migratoria que, por falta de capital político y de organización, no se vislumbra a corto plazo, afirmó José Luis Gutiérrez, director asociado de la National Alliance of Latin American and Caribbean Communities.
“La reforma migratoria no va a suceder este año, el año próximo quién sabe porque no tenemos el capital político para hacerlo; lo que sí está sucediendo es una militarización absurda en la frontera, en 1970 había 200 policías, ahora tenemos 30 mil; hay un reforzamiento, un incremento de las leyes de acoso y persecución de los migrantes que ha tenido más de dos millones de deportados en la administración Obama.
“Y nosotros, como organizaciones civiles, hemos fallado porque ya mero y no pasa nada, estamos así desde hace muchos años”, admitió en entrevista realizada en el marco de una gira de los dirigentes de los clubes de migrantes por el país que concluyó la semana pasada en el Congreso de la Unión.
“No queremos que el gobierno del estado o el gobierno federal vayan y hagan manifestaciones en Washington, hay canales diplomáticos que se pueden utilizar y hoy día no se usan; ha faltado voluntad política de Relaciones Exteriores para cambiar; no queremos que se metan en asuntos internos de Estados Unidos, sí queremos una actividad diplomática más proactiva.
“Hay una desesperanza porque cada día están deportándose mil 200 familias mexicanas, digamos que el 10 por ciento son michoacanos, entonces si hay una desesperanza y una falta de visión y de eficacia en la estrategia que como comunidades hemos tenido, la estrategia nos ha fallado, tenemos que cambiar, por eso estamos acá, tenemos que ampliar en nuestras comunidades de origen esa necesidad de cambiar de estrategia”, señaló el dirigente.
Además de la organización de las comunidades migrantes y de una política exterior fortalecida, los migrantes también esperan la buena voluntad del presidente estadounidense Barack Obama para que los beneficios de que gozan los “dreamers” se amplíen a sus padres.
Según Gutiérrez, a ellos no les interesa la residencia permanente ni la ciudadanía estadounidense, lo que quieren es que su estancia en Estados Unidos sea legal, tener permiso para trabajar, una licencia de manejar, poder viajar libremente porque ni a sus muertos pueden venir a enterrar.
“Cuando escuchamos platicar a los papás, dicen: le pido a Dios cada vez que salgo a trabajar porque no sé qué pasaría si no regreso y, muchos de ellos no están regresando a su casa; hemos escuchado de casos de niños que se quedan en las escuelas porque nadie los va a recoger, el Estado se tiene que hacer cargo de ellos; tenemos un sinfín de niños en casas porque los papás son deportados y los papás deciden que es mejor que se queden allá que traérselos, por inseguridad y educación, esas son violaciones a los derechos fundamentales y hoy día es lo que sucede diariamente.
“Hay una carga emocional muy fuerte; entonces, lo que pensamos es que el presidente Obama haga una extensión a los papás de esos muchachos (los “dreamers”), que paren las deportaciones”.
Esa fue la razón de su visita a las sus comunidades de origen, a los congresos locales y al Congreso de la Unión, además de la demanda de sus derechos a la participación cívico política porque consideran que así van a motivar la organización de los michoacanos, de los mexicanos, en Estados Unidos.
El dirigente migrante advirtió que de ahora en adelante esas demandas serán muy claras: “si no estás con nosotros estás en contra de nosotros y eso ya les llegará a los que están en contra porque se están registrando 50 mil nuevos votantes, cada mes, entonces ellos están claros de que en el futuro el voto latino va a ser determinante aunque no antes del 2022.Para ese entonces ya tendremos un electorado latino mucho mayor, esperamos que los hijos de los indocumentados ya van a estar votando en una dinámica diferente”.
Mientras tanto, los migrantes nacidos en México, los que piensan en regresar, que pagan impuestos y tienen hijos que son ciudadanos estadounidenses deben salir de las sombras, participar por más derechos básicos en la sociedad que dice ser la más democrática del mundo pero que diariamente los discrimina.
Por eso el llamado de Gutiérrez a los migrantes a participar y no necesariamente en los clubes de migrantes sino en los consejos escolares, en las iglesias, “lo que si no podemos permitirnos es seguir pensando como mexicanos que alguien más va a venir a defender nuestros derechos”