MÉXICO, DF., 28 de julio de 2014.- Al iniciar en el pleno de la Cámara de Diputados el análisis y discusión de los dictámenes de las 21 leyes secundarias de la reforma energética, el Grupo Parlamentario Nueva Alianza (GPNA) externó su apoyo y adelantó su voto a favor del marco jurídico que se propone para la apertura del sector energético, el cual, consideró, es el inicio de una nueva etapa de la economía nacional que genere las condiciones para alcanzar mejores niveles de bienestar social para las y los mexicanos.

La diputada Dora María Talamante Lemas, quien fijó el posicionamiento del GPNA ante el pleno camaral, dijo que la apuesta de su bancada es por aumentar el crecimiento económico, reflejado en una mayor productividad que se traduzca en mejores salarios para las y los trabajadores; en mayor competitividad, no sólo para las grandes empresas sino para toda la cadena productiva; y en la creación de más y mejores empleos para nuestros jóvenes.

La legisladora sonorense sostuvo que esta reforma es por una economía de alto valor agregado, con la finalidad de dejar de depender de los ingresos petroleros y diversificar las actividades económicas a través de ramas de la ciencia, la tecnología y la innovación.

Talamante Lemas advirtió ante los legisladores presentes en el Palacio Legislativo de San Lázaro, que los recursos petroleros son finitos y no renovables, por lo que es el momento de que los combustibles fósiles dejen de sostener nuestra economía.

La diputada aliancista aseguró que la reforma energética dota al país de certidumbre y seguridad energética, a fin de que las actividades productivas sigan desarrollándose con continuidad; e impulsa el incremento en el uso de energías renovables y limpias, como la eólica, solar y geotérmica.

La también integrante de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, insistió en que con esta reforma su grupo parlamentario apuesta por la transformación económica y social de México, porque, dijo, ese debe ser el propósito fundamental del marco jurídico en el sector energético. Agregó que con la reforma a este sector “estamos iniciando un proceso de cambios que deben reflejarse en el mejoramiento de los niveles de vida de la sociedad mexicana”.

Argumentó que esta reforma debe cumplir con las expectativas que la apertura energética ha despertado en nuestro país, las cuales no se reducen a que bajen las tarifas y los precios de los insumos energéticos, sino que se amplían a más y mejores empleos, a que más familias mexicanas abandonen la pobreza, que se fortalezca la educación pública, y que haya acceso a servicios de salud, entre otros beneficios sociales

Por último, señaló que lo fundamental de esta reforma es que a partir de la aprobación e implementación “construyamos un modelo de desarrollo que nos permita evolucionar de una economía altamente dependiente de los ingresos petroleros a una economía diversificada de alto valor agregado con producción adicional”.